El 750 aniversario + 1 de la feria

Las ferias de la Concepción han demostrado este lunes que, si la meteorología acompaña, siguen gozando de una salud excelente, aún en este contexto. Ello, a pesar de la longevidad del evento, que en su formato actual se remonta a tres décadas atrás, pero que hunde sus raíces en la lejana Edad Media que se evoca y representa estos días en su casco histórico. Exactamente, las ferias cumplieron el año pasado 750 años de historia, aunque la pandemia -uno de los muchos avatares que han tenido a lo largo de su historia- impidió celebrar tan redondo aniversario.

Todo lo que la ciudad muestra estos días es el resultado de la evolución en el tiempo del privilegio que concediera a la ciudad, un 19 de marzo del año 1270, el rey Alfonso X El Sabio.

Sin duda, fue una gran noticia para el burgo. El doctor en Historia, el calceatense Francisco Javier Díez Morrás, explica que «se trató de un hecho de gran relevancia, toda vez que este tipo de concesiones reales eran en ese momento extraordinarias y especialmente beneficiosas». Subraya este dato el hecho de que en el entorno geográfico más próximo únicamente Belorado tenía ese privilegio, pues disfrutaba de una feria desde 1116, Haro lo conseguiría en 1295 y Burgos en 1339.

Explica el historiador que, según el documento de concesión que se conserva en el archivo municipal, la feria calceatense debía comenzar el día de San Miguel, es decir, el 29 de septiembre, prolongándose durante quince días más. «Ocho días antes del comienzo podían ir llegando los productos y ganaderías, dándose también otros ocho una vez terminada para poder recoger y retornar a los lugares de origen», explica de aquel mercado, que se celebraba en el espacio que hoy ocupa la plaza de España o Mayor, y del que dice que tras quedar protegida por la muralla, a partir del siglo XIV, pasó a conocerse precisamente como plaza del Mercado.

Desconoce cuándo, pero en algún momento la feria pasó a celebrarse el día de San Andrés (30 de noviembre) y siguientes. Díez Morrás explica que, «sin embargo, parece que a finales del siglo XVI dicha fecha no se respetaba de manera estricta, comenzando unos años unos días antes, y otros años unos días después. Esto provocaba desconcierto entre los que deseaban acudir a la feria, al no saber con exactitud y antelación suficiente las fechas. Así, el 9 de diciembre de 1603 el ayuntamiento acordó que a partir de entonces la feria comenzase siempre el día de la Concepción, el 8 de diciembre».

Desde entonces la feria anual de la ciudad quedó fijada definitivamente en torno a ese día en el calendario calceatense, no habiendo sufrido otras variaciones que las propias de la evolución económica e histórica experimentada por la sociedad.

Fue hace una treintena de años cuando el Mercado del Camino, que inicialmente se celebró en el polideportivo de Margubete, abrió la etapa moderna de las ferias, engullidas años atrás por la evolución de los tiempos ya que a su vera surgieron nuevas iniciativas que tres décadas después continúan demostrándose éxitosas.

Para botón de muestra, las calles hoy.

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