En las entrañas del Corregimiento

Son, junto a otras muchas, las inscripciones que van apareciendo al paso de los trabajos de retirada de la cal de las paredes que actualmente llevan a cabo los arqueólogos Francisco Moreda y Rosalía Serrano, que también se han topado con elaborados dibujos florales, a color; contadores de tiempo y formas cuyo significado se lo llevaron sus autores.

Bajo la ruinosa cubierta también han aparecido algunos deteriorados legajos -parece que de tiempos de Carlos I-, así como varios libros de los siglos XVIII y XIX o un tosco tapiz que, al parecer, sirvió en algún momento para tapar una puerta, entre otras cosas que pudieron verse ayer, durante una visita realizada junto al equipo técnico de la obra.

Esta avanza «a buen ritmo» -indicó el alcalde, Agustín García Metola- y, entre otras labores, ha comprendido ya el desmontaje completo de la estructura de la cubierta, incluido su artístico alero, del que se han recuperado los canes de madera labrada para su aprovechamiento. Los trabajos de rehabilitación tienen todavía por delante diez intensos meses.