Santo Domingo, en coche y en mulo

Cuenta la leyenda que allí, en la cueva Aydomedroso, permaneció de eremita Santo Domingo de Silos, y de ahí la veneración, si bien la romería no es muy antigua, más bien nueva. «Yo llevo catorce años de párroco aquí y puede que lleve veinte», expone Antonio Arnedo, párroco del Camero Viejo. «Antes el santo se quedaba allí arriba, en la ermita, pero para que no lo robasen ahora se queda en la iglesia, aclara el sacerdote. Él mismo trasladó la imagen de Santo Domingo de Silos desde la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción hasta la ermita del pueblo, que es el punto de partida, por supuesto, con el cinturón de seguridad, en el asiento del copiloto. Después, durante unos 6 kilómetros por pista forestal, en el mulo de Manolo.

«Antes iba un chiquillo pero ahora ponen una piedra de contrapeso», explica Antonio. Asistió incluso el abad del monasterio de Santo Domingo de Silos. «Allí hacemos misa y comida. Es el último día, el fin del verano y de las vacaciones en Laguna. A partir de ahí desaparece todo el mundo», reconoce el sacerdote.