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La aldea San Andrés y la Venta de Piqueras de Lumbreras de Cameros han recuperado este viernes la cobertura telefónica después de 21 días sin ella. Del 4 al 25 de agosto ha durado esta desconexión en el Alto Iregua, lo que ha mermado sustancialmente ... los servicios en la zona. Javier López, alcalde de Lumbreras, atribuye la solución a la Consejería de Hacienda, Gobernanza Pública, Sociedad Digital y Portavocía del Gobierno de La Rioja que dirige Alfonso Domínguez, a la que solicitó ayuda, de la misma manera que, semanas atrás, tanto algunos vecinos como él mismo presentaron instancias en Inspección de Comunicaciones sobre la incidencia.
«Espero que no se vuelva a repetir porque estamos todos los veranos en la misma. Las compañías nos decían que estaban en ello y nada más», lamenta Javier López. En 2022 la zona ya estuvo sin cobertura del 4 al 18 de agosto y el problema, este año, se ha repetido e incrementado, alargándose de la noche del 4 a las 8.00 horas de este viernes 25 de agosto. Solo funcionaba el 'WhatsApp' en los teléfonos. «Lo bueno es que teníamos internet por satélite, pero hubo un accidente y hubo que salirse de la zona para llamar», recuerda el alcalde de Lumbreras en referencia al motorista que perdió la vida en la N-111, muy cerca de San Andrés, en la mañana del pasado 12 de agosto. «Ha habido gente no ha podido subir a San Andrés porque esperaba una llamada de médicos y no se la podía jugar. Y profesores que querían teletrabajar desde allí y no han podido. Así que esperemos que esta sea la última. Entendemos que por donde estamos, por la geografía, puede ser algo puntual, pero estar del 4 al 25 de agosto no puede ser», considera el alcalde de Lumbreras.
«Veintiún días aquí, con este calor, es como para pensárselo, pero habrá que hablar con Telefónica para dar servicio, especialmente, a los pueblos pequeños donde hay gente mayor y donde incrementa la población en verano y hay necesidades laborales. No solo emergencias, también cuestiones cotidianas», explica José María Tejado, veraneante en San Andrés y profesor de Historia Medieval de la Universidad de La Rioja. «No queremos que se repita y que pase siempre en agosto, que cuanta más gente hay menos servicios tengamos. Luego nos quejamos de la despoblación…», critica José María Tejado.
Pero el más afectado, al menos económicamente, por esta situación ha sido el restaurante Venta de Piqueras, que ha permanecido incomunicado durante todo este tiempo, de manera que no solo no podía recibir reservas telefónicas sino que, además, no podía cobrar con datáfono. «Tenemos cobertura por momentos, es de risa. Dicen que no se puede poner una antena en el parque natural y resulta que, con la antena que han puesto en el túnel de Piqueras, ahora hasta se escucha la radio dentro», apunta Conchi Ortega, responsable del restaurante. Eso ha provocado un notable bajón en la clientela de este agosto. «Clientes de todos los años se piensan que hemos cerrado y hemos perdido muchos clientes», advierte Conchi Ortega. «Si hace calor porque hace calor y si hace frío, porque hace frío, cuando en los 60 la Venta de Piqueras daba el servicio de si el puerto estaba cerrado o abierto y era por teléfono», ejemplifica la responsable del restaurante.
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