Rosendo se despide de La Rioja

El veterano rockero protagoniza el concierto más multitudinario del Ezcaray Fest

Diego Marín A.

Logroño

Domingo, 22 de julio 2018, 12:35

No hay peor rumor que el imposible. En la mañana de ayer sábado comenzó a sonar el runrún de que el presidente Pedro Sánchez podría acudir al Ezcaray Fest a ver a Rosendo, algo no demasiado disparatado teniendo en cuenta que hace menos de ... un mes asistió a la boda de su cuñado en Aldeanueva de Cameros y de que el municipio riojalteño ya ha acogido antes insólitas visitas por sorpresa como la del rey emérito cuando acudió a comer al Echaurren. Lo cierto es que Pedro Sánchez estaba en un concierto, sí, pero en el de The Killers en el Festival Internacional de Benicàssim. Una pena para el Ezcaray Fest pues este tipo de visitas, como la de Andrea Levy al primer MUWI, siempre son una publicidad impagable. La presencia de miembros de la Guardia Civil correspondía no a una inminente llegada del presidente sino a la esperaba alta concentración de público anónimo para ver a Rosendo, como prevención de atentados.

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El Ezcaray Fest, eso sí, vivió una segunda jornada más animada que la primera, con más público, sobre todo arrastrado por el interés de ver al veterano músico de Carabanchel en la que se ha anunciado es su última gira. Realmente Rosendo presenta nuevo disco, pero la gente no fue a escuchar sus nuevos temas sino a ver al personaje, a ver buena parte de la historia de la música rock en este país en directo, a sus 64 años. Aunque el sol fue caro de ver, e incluso volvió a lloviznar levemente, lo cierto es que el ramillete de conciertos volvió a prometer un buen programa. Al mediodía la plaza de la Verdura se llenó de público para disfrutar de las actuaciones de Nat Simons y Vuelo 505 en el Escenario Gómez Cruzado, un acierto en el aspecto organizativo por compartir el programa musical con toda la localidad.

El escenario El Naturalista lo abrió Rufus T. Firefly, un grupo joven y moderno cuyas letras están repletas de referencias cinematográficas, como si fuera una banda de Netflix. Uno de sus últimos singles y de sus mejores canciones, por ejemplo, se titula 'Demogorgon', como el monstruo de la serie 'Strangers things'. Su directo fue impecable. Se presentaron con una escenografía espartana, con telas de colores estilo 'hippie' y unos dragones apoyados en sus teclados. Canciones como 'Pulp fiction' y 'Cisne negro', al margen del nombre de la banda, extraído de la película 'Sopa de ganso' de los hermanos Marx, hablan mucho de su generación, del público al que se dirigen. Hubo algunos incondicionales en primeras filas que sabían todas sus canciones y, en general, el público fue creciendo poco a poco conforme avanzó su repertorio.

Mi Capitán fue el segundo grupo de la jornada, una banda paralela a Love of Lesbian. De hecho, su cantante es el 'road manager' de la formación liderada por Santi Balmes, además de compartir dos músicos. Los barceloneses ofrecieron un concierto correcto, sin estridencias, pero tampoco con demasiado que destacar. Tal vez lo que más llamó la atención fue un pequeño cartel sobre los timbales: «No callarem»; al parecer, en defensa de la libertad de expresión en torno al grafiti.

Agradecido

D.M.A.

Rosendo fue, sin duda, el artista que más espectadores congregó en la segunda edición del Ezcaray Fest. Una veintena de canciones compusieron su repertorio, protagonizado en principio por las canciones de su nuevo disco y, al final, por clásicos como 'El tren', 'Flojos de pantalón', 'Agradecido' y 'Maneras de vivir', un verdadero éxtasis en el recinto, aunque la última fue 'Navegando'. El suyo fue un directo muy celebrado que transcurrió como una balsa de aceite, muy profesional y con muchas tablas, tampoco para incendiar el pueblo pero sí suficiente y a la altura de las expectativas. No hubo bis, aunque se lo pidieron. Hora y media de actuación y adiós. Aún quedaba otro artista para completar la jornada.

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Pedro Sánchez no asistió, pero sí el alcalde de Ezcaray, Diego Bengoa, celebrando de algún modo la victoria de Pablo Casado como nuevo presidente del PP a nivel nacional, a quien había apoyado abierta y públicamente y quien anunció que contaría con este para su comité ejecutivo, en caso de ganar esas primarias. La fiesta, eso sí, podría haberla alargado Edu AnMu DJ, quien en el descanso ofreció un ramillete de canciones 'bailongas' muy variopinta. ¡Hasta 'La isla bonita' de Madonna se escuchó! y la gente lo agradeció.

Como fin de fiesta actuó Juanito Makandé, que alargó la noche hasta las 2 de la madrugada con directo lleno de ritmo que recogió lo sembrado por Rosendo entre el público. Llegó escoltado como un monarca hasta el recinto y fue el que más se retrasó a la hora de salir al escenario.

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