XXVII Feria Ganadera de Villoslada de Cameros

Riendas, herrajes y, sobre todo, potras salvajes

Más de 1.680 animales se exhibieron en la XXVII Feria Ganadera de Villoslada de Cameros entre vacas, ovejas y, sobre todo, caballos. Calificada por el Gobierno de La Rioja como «el mayor encuentro de la ganadería extensiva en La Rioja», el evento celebrado este miércoles contó con 27 ganaderías, todas de Villoslada excepto una de Laguna de Cameros. Entre las 1.280 ovejas, 221 caballos y 187 vacas se premiaron a los mejores ejemplares: la mejor yegua fue de Eduardo Casa; la mejor vaca, de Jesús Manuel Sáenz; el mejor novillo, de Borja Elías; el mejor potro, de Emilio Sánchez; la mejor cabaña, de Dionisio Rincón y el animal sobresaliente, un buey de Paula Sáenz.

«Bajamos el ganado del pueblo y se vende equino y vacuno, ya que las ovejas son de exposición. Para el pueblo y la zona es importante porque es un día en el que se hacen tratos. Hay compradores y puedes vender», explicó Julio Elías, alcalde de Villoslada. Aproximadamente, una vaca puede valer entre 1.200 y 1.500 euros; un ternero, depende del sexo, ente 600 y 800; un potro, entre 600 y 700; y una oveja, unos 100 euros. «Las mayores transacciones que se hacen hoy aquí son de equino», señaló.

Borja Elías, ganadero local, contó en la feria con un novillo, dos terneras, yeguas y potros. «Podría ir mejor, porque otros años ha ido bastante mejor. Lo que más se vende son los potros, ya que los compradores de las vacas suelen acudir a la cuadra», expuso Elías, lamentando que la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) les está dificultando el trabajo. «A los caballos no les afecta, pero las vacas 'cogen' el mosquito y la que lo tiene...», señalaba el ganadero camerano.

Javier Elías, también pastor de Villoslada, sumaba el lobo como otro gran problema del sector actualmente. «Siempre he tenido ovejas y he tenido que disminuir la cabaña y poner vacas por el lobo. Esto es para volverse loco: hace cinco años en mes y medio me mataron 60 ovejas. He llegado a tener 850 y me he quedado con 500 para ver si, con menos, atacaba menos, pero qué va...», recordó.

En la feria, reconocía, habla con otros ganaderos a los que ve de año en año. «No tenemos otro tema de conversación más que el dichoso lobo», reconoció. Y es que él participaba no para comprar ni vender sino para exhibir su rebaño. Dos cercados con decenas de ovejas abrían y cerraban la feria con sus respectivos mastines de guarda. Los collares de pinchos informaban de que eran perros de trabajo cuya misión era que nadie, salvo el pastor, tocara a las ovejas, con las que, paradójicamente, convivían con indiferencia.

La directora general de Agricultura y Ganadería del Ejecutivo regional, María Jesús Miñana, subrayó que continúa con «la tramitación del nuevo plan de coexistencia de la ganadería extensiva y el lobo para tener un nuevo protocolo de extracción para poder poner esa herramienta en manos de los ganaderos». Miñana también anunció que se ha fortalecido la colaboración con los agentes forestales para detectar la EHE. «La ganadería extensiva supone un modelo ejemplar de producción sostenible en términos medioambientales, sociales y económicos, además de contribuir al mantenimiento del paisaje, la biodiversidad y el desarrollo rural», añadió la directora general.

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