Rescate extremo de una oveja en lo alto del chorrón de Viguera

Durante el fin de semana siguiente diferentes excursionistas vieron al animal allí atrapado y dieron aviso a 112 SOS Rioja e incluso al Seprona (062), pero llegado el lunes y enterada la responsable de la oveja, esta seguía allí, sin que nadie se responsabilizara de su rescate. Desde la Asociación de Policías por la Defensa de los Animales y la Biodiversidad (APDA) informan de que fue un grupo de bomberos expertos en escalada (en su día libre), un técnico en trabajos verticales, el gerente de un rocódromo y un profesor de la Universidad de La Rioja quienes acudieron voluntariamente y perfectamente coordinados al rescate, «una vez que se confirma que la administración autonómica no va a intervenir, porque ninguna de las distintas direcciones generales dispone de los recursos o de las competencias».

«Con las prisas de sacar del monte a las ovejas, no nos dimos cuenta y no la echamos en falta. En este caso a lo 'doméstico' le tocó perder, y lo siento, porque yo también tengo perro y soy cazador», comenta Aitor Santibáñez, esposo de la dueña de la oveja (ganadera con un rebaño de unas 300 animales) y quien critica que «112 y Seprona hicieron caso omiso». «Deberíamos tener una unidad para estos casos en el Gobierno de La Rioja. No veo un culpable directo pero sí un escaqueo general. Claro que yo soy el responsable pero no tengo medios para realizar ese rescate», declara Santibáñez.

Él mismo intentó sacar a la oveja de allí el domingo y ese mismo día acudió a Viguera un miembro de APDA que se ofreció a ayudarles de forma voluntaria, «algo que agradeceré siempre», confiesa Santibáñez, añadiendo que «es un espectáculo verles trabajar, con ellos el éxito está garantizado». Santibáñez es concejal en el Ayuntamiento de Viguera, del que también fue alcalde. El alcalde actual, Álvaro Manzanos, fue conocedor de la situación de la oveja el sábado, se lo comunicó a Santibáñez y recibió al equipo de rescate en el Consistorio el lunes, antes de la operación. «La labor que hace la APDA es muy buena. El riesgo es elevado porque la caída es terrible, así que tenemos agradecerles el trabajo que hacen en defensa de los animales», declara Manzanos.

El operativo se coordinó para actuar lunes con más medios y personas. Junto a los elementos propios y necesarios para la operación (cuerdas, arnés, mosquetones…), una caña de pescar con la que intentar enlazar a la oveja, que se encuentra de pie al borde del precipicio. Después de unos momentos de tensión en los que parece que a la oveja le basta un movimiento de falso de sus rescatadores o un golpe de viento para caer, abortada la operación durante unos instantes para que unos y otros se calmen, por fin se consigue enlazar al animal. Es una cuestión de pericia, casi como montar un banco a escala dentro de una botella de cristal. Y una vez asegurada la oveja, ya con más calma, se procede a finalizar el rescate con todas las medidas de seguridad precisas. «La oveja pareció entender aquello, porque se dejó manipular dócil mientras le colocaban las cintas a modo de arnés alrededor del cuerpo. Ya no hizo amagos de desconfianza.

Las caras y las voces de los presentes ya eran otras y el pastor, sonriente, reconoció haber recibido mensajes del hijo preguntando por ella desde la escuela», narra la APDA.