La reina del Bajo Iregua se llama Claudia y es una ciruela

Hay una reina en Nalda. Pero no en el castillo sino en el Bajo Iregua. Se llama Claudia. Y es una ciruela. La vega del río Iregua es rica en frutas como la pera y el melocotón pero la ciruela reina Claudia es la pequeña joya del valle y por eso en su honor se celebran tres fiestas al año, en primavera por la flor, en verano por el fruto y en invierno por la pasa.

Este domingo se celebró la Fiesta de la Ciruela Claudia Reina y la plaza de la Tela volvió a hervir de gente, como las terrazas de los bares, por el agradable día de agosto que brindó el verano. Y eso que el evento, organizado por la Asociación Panal y la Cooperativa de Frutos del Campo Nuestra Señora de Villavieja, en colaboración con el Ayuntamiento de Nalda y la asociación El Colletero, viene dado por una cosecha no muy buena.

A causa de las tormentas de junio, la recogida quedó muy mermada. «Sería todo un logro coger un total de 35.000 kilos», valoró días atrás el presidente de la cooperativa, Iván Martínez, porque por cada mil kilos recogidos había que rechazar otros 3.000 debido a los daños del granizo. Pero la ciruela que ha quedado, eso sí, es de alta calidad gracias a una mayor selección. «Ha sido una campaña complicada por las tormentas pero hemos tenido mucho cuidado en la selección porque todas las ciruelas que tengan un pique se tienen que ir al suelo, no se pueden vender con la marca de calidad», explicó el agricultor Víctor Fonseca.

El precio, por tanto, se ha intentado elevar. Ayer, en la fiesta, se vendió el kilo a 3,5 euros, y se sirvió alrededor de un millar. «Intentamos compensar la pérdida de kilos en la producción con ese pequeño aumento del precio, que no siempre se puede hacer porque en los mercados están más baratas», advirtió Fonseca. Y es los 35.000 o 40.000 kilos de ciruela que se puedan recoger este año supondrían la mitad que una cosecha normal. El año pasado, pese a la sequía, se logró una buena cosecha, sin embargo este año va a ser «una catástrofe».

Para Fabi Pérez, presidenta de El Colletero, la fiesta de verano «es la más importante porque está el fruto fresco». «Hay bastante movimiento y nos quedamos sin cajas pequeñas de ciruela. Ha empezado a venir gente desde las 10.30 horas y empezábamos a las 11», aseguró Fabi Pérez al mediodía.

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