El Rasillo vive su día grande con procesión, danzas y degustación

El director de cine Álex Montoya utilizó el martes durante el pregón de las fiestas de El Rasillo el símil de un dónut para reflejar que momentos como una celebración patronal equivalen a comerse la parte carnosa y dulce de la esponjosa rosquilla, mientras nos olvidamos del agujero que sería algo así como la tristeza y la introspección de las etapas duras de la existencia. Masa y vacío forman parte indisoluble de la vida, pero estos días toca lo primero y en eso andan metidos los rasillanos, que vivieron el ayer un poscohete apoteósico con una charanga que arrastró a los jóvenes y a alguno más talludito hasta la extenuación.

La de este miércoles, sin embargo, ha sido una jornada de más calma y boato. Día del patrón, San Mamés, ha habido misa y procesión con el santo hasta la ermita, con presencia del consejero de Política Local, Daniel Osés, y el alcalde rasillano, Rubén Martínez, entre otros. Ha sido poco antes de que el pueblo se haya reunido en la plaza de los Tilos para presenciar las danzas del grupo local, que han ejecutado piezas del repertorio camerano y riojano como el baile de los arcos, el de los pañuelos, los palos, el árbol, 'La Virgen Blanca' y 'La Jota de Logroño'. Procesión y bailes han abierto el apetito pasadas las dos de la tarde, antes de que se hayan servido docenas de bollos preñaos que han calmado los estómagos antes de la retirada a la comida y a la siesta. La tarde la han llenado los juegos infantiles y la noche la han protagonizado la discomóvil y los disfraces. De algunos, mejor ni hablar.

Para este jueves se espera una jornada más tranquila, con la degustación de paella a las 13.30 horas como acto más significativo de un programa en el que hay también actos infantiles y un concierto a las 20.30 de una banda cuyo origen riojano delata el insuperable nombre de Pantaloneta preta. Riojanismos a mansalva. Pues eso, a seguir comiéndose el dónut.

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