Tres personas conversan en el borde del puente-mirador de Arenzana con el río Najerilla a sus pies. Eduardo García Martínez

El centenario puente de Arenzana reabre al público como un mirador

Derrumbado parcialmente en 2020, el viaducto se ha convertido en una pasarela desde la que puede contemplarse este paraje de la cuenca del río Najerilla

Miércoles, 24 de abril 2024, 10:30

El histórico puente de Arenzana, situado entre la localidad que le da nombre, Cárdenas y Camprovín ya ha reabierto al público. La restauración ha llevado cuatro años, tras el catastrófico derrumbe que sufrió en noviembre de 2020, cuando un camión del Gobierno de La Rioja ... que echaba truchas al río Najerilla provocó con su peso el hundimiento.

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No obstante, esta ha sido una reconstrucción parcial, sin llegar de una orilla a otra, así que lo que antes era un puente, ahora tiene una nueva vida como mirador. El grueso del trabajo se ha centrado en el acondicionamiento del vano metálico que había quedado en pie durante el incidente, repintado además del color verde original. Asimismo, se ha actuado sobre los estribos y la pila del puente, entre otras cosas, y se ha colocado una valla en los laterales y al final de la estructura para garantizar la seguridad de los usuarios.

Por último, se han instalado pilones metálicos a la entrada para evitar que los vehículos puedan posarse encima. Antes del accidente del camión, era habitual que los jóvenes de la zona se acercaran a la zona a echar fotos de sus coches sobre el viaducto, pues la estética era muy particular y llamativa. Ahora, se tendrán que conformar con poder echar un vistazo a la cuenca del río.

En el aspecto económico, la obra ha costado exactamente 500.233,42 euros, pagados íntegramente por el Gobierno regional a través de la Consejería de Política Local, Infraestructuras y Lucha contra la Despoblación.

Echando la vista atrás, la estructura original fue inaugurada en el año 1925, y gozó del mismo método de construcción que el famoso puente de hierro de Logroño. Veintiocho años más tarde, tuvo que ser reformada para ensanchar su superficie y así permitir la continuidad de la antigua carretera comarcal que conectaba la ciudad de Nájera con el resto de municipios del valle. Ya en el año 1993, el puente finalmente quedó en desuso para el tráfico, pues con la puesta en marcha de la vía LR-113 se volvió obsoleto y su valor pasó de práctico a postal y de turismo.

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Ahora, pasará el resto de sus días como mirador. Julio Francia, alcalde de Arenzana de Abajo, se muestra satisfecho con el resultado final. «Este lugar es todo un símbolo para el pueblo, aquí venimos de romería todos los vecinos en septiembre y daba pena ver cómo estaba desde el incidente», comenta. Además de las obras del puente, recientemente se construyó un nuevo asador en su entorno, que junto a las mesas y a la gran área verde que lo rodea, forma una acogedora zona de recreo para toda la comarca.

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