Varias vecinas de Berceo afectadas por esta problemática posan con algunas de las misivas que les han llegado con retraso. E. G. M.
Berceo

La prejubilación del cartero deja sin servicio regular a ocho pueblos del Valle de la Lengua

Vecinos, negocios y Administraciones de la zona critican que la correspondencia tarda hasta ocho días en llegar

Viernes, 16 de febrero 2024, 07:25

Desde finales del pasado año, los pueblos de Berceo, San Millán de la Cogolla, Estollo, Villar de Torre, Villarejo, Cañas, Canillas de Río Tuerto y Torrecilla sobre Alesanco, todos ellos enclavados en el denominado Valle de la Lengua, no reciben con normalidad sus cartas, cuyo ... reparto es responsabilidad de la empresa estatal Correos.

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Esta situación anómala comenzó a aflorar en el mes de enero, tras la prejubilación de José María, el cartero que se encargaba de esa zona. Desde entonces, vecinos, negocios y ayuntamientos de la comarca han visto mermada la entrega de la correspondencia, reducida a unos pocos días a la semana, lo que está causando malestar y retrasos en los ocho municipios afectados.

Es el caso de Jennifer Martín, propietaria de un restaurante y vecina de Cañas. «Desde hace varias semanas, no me llegan las facturas del negocio con normalidad, ni tampoco viene nadie a recoger la correspondencia que tengo que enviar yo, así que ya me ha tocado alguna vez ir a Santo Domingo exclusivamente a meter cartas al buzón, un día vale, pero todos es insostenible», comenta la hostelera.

Curiosamente, en el mismo Cañas, su alcalde, Roberto de Corta, ha realizado este recado para numerosos vecinos del pueblo. «El otro día tenía que ir a la oficina de Correos y, ya de paso, les llevé y cogí las cartas a los vecinos del pueblo; los primeros días de enero pusieron una sustituta para el cartero prejubilado, pero últimamente no viene apenas, así que nos apañamos como podemos», explica. «Ya hemos puesto varias reclamaciones, pero de momento sin respuesta, parece que los pueblos no pintamos nada», lamenta el regidor.

Otra de las localidades afectadas es Berceo. Allí, Chelo, empleada del camping, se queja de que no le llega con regularidad este diario. «El cartero llega cada tres o cuatro días, y aquí estamos suscritos a LA RIOJA, pero vienen los clientes a tomarse algo al bar y no pueden leer el periódico, como antes hacían normalmente; igual, de repente, un día me llegan tres o cuatro juntos, pero diariamente, imposible», cuenta. Pilar Lerena, alguacila del Consistorio de Berceo, también está molesta. «Si nos tienen que traer alguna comunicación importante al Ayuntamiento, viene con retraso, lo que causa cierta inquietud entre los que aquí trabajamos, espero que pronto solucionen esta situación, porque así no se puede estar», manifiesta Lerena.

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Según ha podido saber Diario LA RIOJA, las cartas certificadas sí que se están entregando con puntualidad, sin embargo, es la correspondencia ordinaria –facturas, revistas, misivas personales, etc.– la que sufre el mayor retraso. Uno de los casos más significativos ocurre en Villar de Torre, donde han llegado a estar hasta ocho días sin recibir este tipo de servicio.

«Entre los vecinos hay mucho malestar, hay agricultores que tienen que enviar papeles importantes y no pasan a recogerlos, un pitorreo, no podemos pasarnos ocho días sin que venga nadie», expresa Lucía Fernández, alcaldesa de Villar de Torre. Olga Ballesteros, propietaria de una farmacia en el municipio, relata su situación. «Dejo cartas en el buzón y no obtengo respuesta, sospecho que aquí no acude nadie a recogerlas, es muy raro todo esto», afirma.

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«Hay mucho malestar; hay agricultores y vecinos que tienen que enviar papeles importantes», explican desde Villar de Torre

En San Millán de la Cogolla, la localidad más poblada de las ocho afectadas, tampoco se libran de esta situación. «Según nos han explicado, el cartero que antes venía con asiduidad se ha prejubilado, por lo que, hasta que su retiro no se haga totalmente efectivo en verano, no van a cubrir esa plaza; de momento hay servicios mínimos, pero, la verdad, dejan mucho que desear», asegura Ismael Maestro, vecino y alcalde del pueblo emilianense.

«Muchas veces llega el cartero a destiempo, a última hora de la tarde, y si tiene que entregar certificadas, y no hay nadie en casa, es un lío para nuestros vecinos; por otra parte, en el Consistorio se nos acumula el trabajo debido a que llega la correspondencia ordinaria con retraso y no podemos llevar una agenda día a día, hay empleados bastante enfadados», sostiene Maestro.

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La sensación general que cunde en estos municipios es la de rabia y abandono por la falta de un servicio imprescindible. Respecto a este tema, la empresa Correos afirmó en una nota que «el servicio está garantizado y cumple los requisitos de calidad».

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