El pimiento se da importancia

Verdad o mentira, la frase ahí ha quedado y, así, sin conocer los orígenes del porqué del dicho, parece desmerecer y no hace justicia a uno de los productos más utilizados en nuestra dieta, fuente, además, de numerosas propiedades beneficiosas para la salud: es rico en vitamina C (tres veces más que las naranjas) y A, en fibra, ácido fólico, potasio, magnesio, es hipocalórico, antioxidante y un largo etcétera... Y encima está riquísimo. Un chollo.

A lo mejor, a aquellos artistas no, pero para la sociedad actual el pimiento importa. Y mucho. Para ejemplo, Leiva ayer, convertida en la 'Capital riojana del pimiento' por obra y gracia de unas jornadas que, un año más, evidenciaron que la hortaliza tiene mucho «tirón», que, además de su connotación de atractivo, es el nombre del río que riega las plantaciones del producto estrella de la zona. Su programa, que aliña gastronomía y venta de productos agroalimentarios con actividades lúdicas, llevó un gran ambiente al coqueto pueblo con un castillo de muros recién restaurados y una presa cuyo caudal espera mejores tiempos.

Los 900 tiques puestos a la venta por el Ayuntamiento se agotaron pronto. La demanda aumenta cada año. Ocho euros daban la opción de probar cada uno de los pinchos preparados por las cuadrillas del pueblo, en total 4.500, todos diferentes para evidenciar que el pimiento se lleva bien con todo: lo maridaron sobre una rebanada con queso Filadelfia, con morcilla, como parte de una pulguita rellena de picadillo, con anchoa y hasta con «huevo de gallinas felices cocido a baja temperatura, relleno de bonito del norte»: a los pintores no les importaba el pimiento, pero a los literatos les da bastante juego... Además, por el mismo precio regalaban una copa de vino serigrafiada y un cartón de bingo.

El programa también incluyó, por parte de la conservera El Chato, una degustación gratuita para sus clientes de cuatro pinchos, más bebida, además de visitas guiadas por las instalaciones para explicar el procedimiento, totalmente artesanal, que sigue desde la recolección del pimiento –la cosecha es propia– hasta su puesta a la venta. La empresa envasa cada año en torno a 130.000 botes de pimiento, que también vende por Internet. Este año, no obstante, la cosecha va a ser escasa, dadas las altas temperaturas, tanto diurnas como nocturnas, que están afectando cuantitativamente a la producción. Esta, por otra parte, se está saldando con casi todo el pimiento rojo, apenas entreverado.

El programa organizado por el Ayuntamiento y la asociación cultural Villa de Leiva se completó en el pueblo con degustaciones, venta de pimientos y productos de la huerta, talleres infantiles, bingo y un concurso. Muchos vecinos sacaron sus mesas a las calles y en ellas transcurrió la jornada, muy calurosa, por demás. La iniciativa, un año más, volvió a dejar muy buen sabor de boca. Al final, es lo que importa. Y el pimiento también, claro.