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La periodista de RNE Pepa Fernández pregonó ayer las fiestas patronales de Ezcaray, que comienzan a las doce horas de hoy, y fue nombrada 'hija adoptiva'.
La conocida locutora radiofónica visitó Ezcaray por primera vez, como ella misma contó, allá por el año 1990, durante un viaje a Galicia. En alguna publicación había leído una recomendación sobre el Echaurren, «el de Marisa y Félix», y se desvió para conocerlo. En el año 2000 volvió para realizar un programa y, desde entonces, ha mantenido una gran amistad con la familia Paniego y, también, una relación de amor con la villa, a la que ha regresado en numerosas ocasiones, bien de forma privada o por motivos profesionales. «Estar en Ezcaray es como estar en mi pueblo, en mi casa», indicó ayer de camino a la villa para el pregón y un nombramiento que «jamás me hubiera imaginado», confesó la periodista. «Una de las noticias que más me ha emocionado en mi vida ha sido recibir la llamada de Diego (Bengoa). Ni en mis mejores sueños pudiera imaginar que esto iba a llegar en ningún momento», indicó orgullosa. «Hay lugares en el mundo que te dan paz y en los que te sientes bien, y Ezcaray es uno de ellos», señaló antes de destacar que «lo que más me gusta es la gente, que es amable, cariñosa, poco invasiva, cómo te tratan... Es una conjunción de la gente y el lugar. Por eso me ha emocionado tanto que los de Ezcaray, siendo uno de los lugares favoritos en el mundo, hayan pensado que yo soy uno de ellos».
El título no la va a obligar a nada más que lo que ya hace. «Voy a seguir hablando muy bien de Ezcaray, como siempre, y visitándolo siempre que pueda, pero con el orgullo de saber que, ahora, soy una pelaire más», manifestó.
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