Santa Engracia

Peñasquillas impulsa el valle del Jubera

Los primeros en completar la marcha han sido Antonio y Marcos, padre e hijo de Logroño, aunque descendientes de Santurde. «Ha sido muy bonito. Hemos estado otros años, nos gustó y hemos repetido. Conocemos la zona porque tengo un amigo aquí y solemos venir», explicaba Antonio. «Lo más bonito han sido las minas, porque el resto del monte apenas tenía arbolado, pero, aun así, estaba chulo», reconocía el padre. Y es que así es el valle del Jubera, con un encanto propio, una naturaleza más de arbusto que de arbolado. «A veces creemos que tenemos que salir fuera para conocer cosas pero en La Rioja también tenemos lugares bonitos», subrayaba Marcos.

Padre e hijo, que apenas han tardado 1.38 horas en recorrer los nueve kilómetros de la marcha, esperaron a las 13.00 horas, como tantos otros, para degustar una ración del millar servidas de los cerdos asados en la plaza. Junto a Antonio y Marcos también ha completado el recorrido a paso airoso Pancho Ocón, murillense habitual a las salidas senderistas. «Ha sido un paseíto muy majo, una marcha moderada, fácil de hacer, pero así haces un poco de ejercicio», declaraba Ocón ya de regreso a Santa Engracia. Para el senderista murillense lo más bonito del trazado propuesto fue el barranco de San Martín. «Me parece muy bonito, con Peña Muro arriba y la buitrera».