Navajún

El peligro de las casas en ruinas

Las casas en estado de ruina y abandonadas en el casco urbano de Navajún se han convertido en un gran problema y el principal quebradero de cabeza del alcalde, Eloy Ruiz en esta legislatura que ahora inicia. No es una situación nueva sino que ya puso sobre la mesa la necesidad de buscar una solución durante su primer mandato, entre 2019 y 2023, sin éxito.

Tiene las manos atadas y un escaso o nulo margen de actuación tanto por cuestiones legales como por los recursos económicos de los que dispone el municipio.

El Consistorio de Navajún no puede intervenir al tratarse de inmuebles de propiedad particular y tampoco cuenta con los medios necesarios para atajar este declive urbano que puede tener consecuencias desastrosas si conlleva daños personales para vecinos y visitantes.

Actualmente, nueve personas están censadas en la localidad, pero otras familias acuden los fines de semana y en verano casi llegan a las doscientas.

El domingo 18 de junio, después de las tormentas, una cornisa de una casa de la calle de Abajo se desplomó. Minutos antes unos niños habían estado jugando allí y pasó una persona que reside al lado. Por suerte, ninguno estaba allí cuando las piedras cayeron al suelo.

Consciente de lo que podía haber ocurrido, Eloy Ruiz decidió no esperar más y se puso en contacto con la secretaria de la agrupación de pueblos que lleva Aguilar del Río Alhama, Navajún y Valdemadera para que redactase una carta solicitando 'a quien corresponda', la realización de un estudio para determinar la peligrosidad de las viviendas en ruina e intentar solventarlo mediante un procedimiento legal.

También se redactó una notificación dirigida al propietario de unos edificios de la misma calle de Abajo, números 21, 23 y 25 indicando su mal estado y el inicio del procedimiento para declararlos en ruina.

El alcalde no se equivocaba y el tiempo le ha dado la razón, apenas dos días después una de las fachadas de estas construcciones se derrumbó sobre la vía pública y causó el corte de uno de los dos accesos al pueblo. El escombro arrancó un tramo del cableado eléctrico y lo sepultó por lo que tuvo que acudir Endesa.

Eloy enumera otras zonas con ruinas como la Plaza del Sol o la calle Mayor que estos años han sufrido algún derrumbe y en las que el peligro acecha. Tanto es así que hay quienes ni siquiera se arriesgan a aparcar sus vehículos allí desde hace tiempo.

Por el momento se ha dado un paso adelante ya que el alcalde espera que un técnico valorará la situación in situ el miércoles.

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