Albelda de Iregua / Viguera

Un paso para los peces en el río Iregua

El Ayuntamiento de Albelda de Iregua ha licitado la obra de continuidad fluvial para la fauna piscícola en el río Iregua por una base de 129.554,69 euros y tres meses de plazo de ejecución. Una de las singularidades de esta contratación es que se desarrollará en el término municipal de Viguera. El Gobierno de La Rioja, en colaboración con la Confederación Hidrográfica del Ebro, ya realiza un plan de actuaciones para la permeabilización de obstáculos en ríos riojanos por las graves afecciones que producen las presas, por lo que este proyecto pretende construir un paso para peces, evitar la entrada de los mismos en la derivación del agua y controlar el caudal.

El Consistorio albeldense es titular de la concesión de agua de abastecimiento para su población en Viguera con estructuras como un azud, que supone un importante obstáculo para los peces, lo que provoca el seccionamiento de la población piscícola, con la consiguiente interrupción del acceso a las zonas de crías y de las especies migratorias. El conocido como pozo Marrodana, a los pies del mirador del Peñueco de Viguera, que se encuentra en el espacio protegido Red Natura 2000, supone una cascada popular donde mucha gente se baña en verano y donde se practica rafting por las corrientes de agua que se generan.

La propia memoria del proyecto indica que «es posible que durante las obras se interfiera en el uso de bañistas, siendo incompatible con esta actividad, debiendo quedar acotada la zona para impedir temporalmente el acceso a dichos usuarios». La previsión es proceder a la construcción del paso durante los meses de estiaje, es decir, en otoño, a partir de septiembre. Precisamente, ese desnivel del agua tan atractivo para los bañistas y el deporte de aventura es lo que impide el paso a los peces y es una infraestructura, propiedad de Albelda, que procura por un lado el abastecimiento de agua potable y también suministro a la comunidad de regantes de la localidad.

Las especies más habituales en esa zona son autóctonas, la trucha y el piscardo. El azud mide 39 metros con un desnivel de 1,69 metros y, tras descartar infraestructuras como las esclusas, ralentizadores y el cauce artificial, se ha determinado que la mejor opción son los pasos sucesivos mediante escalas o «vertederos sucesivos», aptas para las especias de poca capacidad de salto como son los ciprínidos, que como máximo deberán superar una altura de 25 centímetros.

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