Imagen del grupo escultórico que orna la plaza de la Convención de Santa Coloma. L.r.

El Parlamento de La Rioja se mete a promotor de obras en Santa Coloma

La Cámara colaborará con el Gobierno de La Rioja en la remodelación de este punto de la historia riojana

LA RIOJA

Martes, 8 de noviembre 2022, 18:53

No es ni mucho menos habitual, pero el Parlamento de La Rioja se ha convertido por una cuestión histórica y sentimental en promotor de las obras de remodelación de la plaza de la Convención de Santa Coloma. Pero, ¿por qué la Cámara regional va a ... aportar más de 56.000 euros para reformar ese punto y no otro?

Publicidad

Pues porque en ese punto neurálgico de La Rioja Alta, hace ya más de 200 años, un grupo de representantes de localidades riojanas dieron el primer gran paso hacia la creación de una institución propia, una incipiente La Rioja que ya a finales del siglo XX tendría nombre, bandera y fronteras.

Será el Parlamento uno de los financiadores, junto al más habitual en estos menesteres: el Gobierno de La Rioja. El Ejecutivo también financiará el otro 45% de una obra que supera los 125.000 euros (un 10% recaerá en las arcas municipales) y que pretende lavar la cara a un lugar que, cada 8 de junio, se convierte en el primer marco para las celebraciones del Día de La Rioja que llegarán una jornada después.

La inversión servirá para remodelar el pavimento, dar lustre y restaurar al conjunto escultórico que la adorna, obra de Miguel Ángel Sainz, y también para reponer el mobiliario urbano.

Según explica el Gobierno de La Rioja, «la Plaza de la Convención de 1812 es un enclave especial para La Rioja porque en ella se representa el momento de la firma del acta de 1812 en la que se solicitó a las Cortes la designación de La Rioja como provincia. Asimismo, alberga el conjunto escultórico del artista Miguel Ángel Sáinz y un mosaico con el mapa de nuestra Comunidad Autónoma. La plaza, de 600 metros cuadrados, fue obra del escultor riojano Miguel Ángel Sainz Jiménez, y representa el momento de la firma de la solicitud que medio centenar de alcaldes hicieron a las Cortes de Cádiz para construir la provincia de La Rioja. Asimismo, el acontecimiento está presidido por siete esculturas de cemento coloreado con un pavimento o mosaico que ilustra el mapa de La Rioja en el que también aparecen los nombres de los pueblos que hicieron la solicitud. Igualmente, la plaza cuenta con siete farolas de hierro en representación de los siete valles de La Rioja y bancos suficientes para los 50 acaldes firmantes. Las siete esculturas representan a cinco de los alcaldes firmantes sentados en un escaño. Ante ellos, otro se inclina sobre un atril para estampar su firma y, desde el borde de la plaza, una mujer lo contempla todo».

Acto institucional en Santa Coloma Sonia Tercero

Historia de la Junta

Hace ahora una década, Marcelino Izquierdo recordaba en Diario LA RIOJA, a raíz del bicentenario de la Convención, una cita celebrada el 8 de diciembre de 1812 y que «aglutinó las aspiraciones provincianistas riojanas y germen de la futura autonomía»:

Con la llegada del siglo XIX, época abonada para el nacimiento de regionalismos y nacionalismos, los riojanos se encontraron en la tesitura de elegir su propio destino, si bien con el handicap de que, por aquel entonces, la provincia de Logroño ni existía ni tenía visos de existir. Atrás quedaban dos décadas preñadas de fechas claves. En 1783 «se reunieron cincuenta y dos pueblos de la Rioja a tratar de los medios de facilitar la extracción de sus cosechas de vino que cada día se aumentaban y mejorarlo». Cuatro años después el rey Carlos III permitía la agrupación de «los representantes de los pueblos de Rioja», bajo la supervisión del intendente de Burgos. En 1790 Carlos IV aceptaba que la Real Sociedad Económica de la Rioja castellana quedara compuesta por «un comisionado de cada uno de los pueblos de su demarcación». Las primeras Juntas Generales se constituyeron el 8 de mayo de 1790 en la villa de Fuenmayor.

La guerra como aglutinante

Pero si los primeros pasos del sentimiento regional tenían objetivo económico, fue la Guerra de la Independencia la que aglutinó el resto de los intereses comunes. Desde los albores de la lucha contra Napoleón, las fricciones entre los mandos de las Intendencias de Burgos y Soria y las partidas guerrilleras de La Rioja fueron continuas, lo que derivó en un sentimiento de unidad territorial frente a una autoridad que se sentía como foránea. Surgió entonces la Real Junta de la Comisión de Armamento e Insurrección General de La Rioja, radicada en Soto, que incluía al «...país comprehendido desde el río Tirón hasta el Alhama con inclusión de la ciudad de Alfaro y todas las serranías cuyas aguas corren al Ebro».

Y, aunque la mentada Junta fue disuelta por el Gobierno en diciembre de 1811, un año más tarde -el 8 de diciembre de 1812- se reunieron en Santa Coloma los comisionados de 59 localidades para debatir las propuestas que enviarían a las Cortes de Cádiz. De allí salió la exigencia de reunificar La Rioja como provincia y tres días más tarde se creó la Diputación Provincial. Pero, aunque el regreso al trono de Fernando VII truncó cualquier aspiración, la semilla comenzaba a germinar.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta 136 Aniversario!

Publicidad