De las páginas de un libro al cerro de Santa Lucía

Hay árboles que se siembran en papel y crecen en el monte. Es el caso de los plantados este martes en el cerro Santa Lucía, de Haro, que, podría decirse, proceden del libro 'El hombre que plantaba árboles', ambientado en los Alpes franceses, cerca de la Provenza. Sus páginas inspiraron la cita repobladora, que en tiempos como los que corren es una buena noticia por cuanto tiene de recuperación de una iniciativa que la pandemia había interrumpido y, también, porque la palabra 'árbol' se conjuga en futuro, para todos, siempre que se procuren los cuidados que el arraigo precisa.

La actividad implicó a 120 alumnos y 8 profesores del IES Ciudad de Haro, que tiraban de azada mientras la maestra Montse Benito explicaba a los medios que la iniciativa se enmarca en el 'Plan lector', auspiciado por la Consejería de Educación, del que es coordinadora en el centro.

«Una de las funciones del plan es que la lectura tenga un reflejo social», dijo. Este ha partido de la lectura, en las asignaturas de Valores Éticos, Francés y Educación Plástica y Visual, de 'El hombre que plantaba árboles', de Jean Giono, cuyo protagonista se esfuerza en convertir un desolado valle en un bosque mediante la plantación de bellotas. De la historia, el principal mensaje que se quiso transmitir a los pupilos es que «la actitud en la vida real tiene unas consecuencias», afirmó la docente, y, para ponerlo en práctica, todos cambiaron las aulas por el icónico cerro jarrero.

La iniciativa, previamente obtenida la correspondiente autorización y colaboración de las administraciones local y regional, se plasmó sobre el terreno, «para que quede aquí como una muestra de vida y de energía», subrayó Benito.

La concejala de Medio Ambiente, Arantxa Carrero, puso el acento en lo que iniciativas como esta suponen de concienciación en los alumnos, «para que aprendan el respeto que hay que tener a la naturaleza para preservar el medio ambiente». También destacó que, «a la vez, fomentan un espíritu de pertenencia al sitio, un espíritu comunitario, porque el hecho de plantar y cuidar un árbol, hace que sientas al pueblo más tuyo».

En total, se plantaron 144 árboles de tres especies distintas –encinas, coscojas y quejigos–, donados por la Dirección General de Biodiversidad del Gobierno de La Rioja, según detalló Ángel Conde, concejal de Parques y Jardines, que explicó que aunque la iniciativa estaba prevista inicialmente para el 'Día del árbol' (21 de marzo), desde la Comunidad Autónoma les recomendaron adelantar la fecha, «por el cambio climático», para su mejor arraigo. Es la primera plantación que se lleva a cabo esta legislatura, dado que la pandemia ha impedido hasta ahora su celebración.

En ello enfatizó la concejala de Educación, Andrea Gordo. «Después de todo lo que ha pasado, que puedan salir de las aulas y estar aquí, en contacto con la naturaleza y trabajando en algo tan bonito como es la plantación de un árbol, es un motivo de alegría para todos nosotros». Tanto ella como Conde insistieron en que, por parte del Ayuntamiento, se seguirán desarrollando proyectos de esta índole con otros centros, en diversas zonas de la localidad jarrera, desde hoy un poco más verde.

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