Una oferta inmobiliaria para pájaros

Aquello le gustó. Quizá le toco la fibra sensible. El caso es que empezó a hacer casas para pájaros. En su 'haber' constan ya unas 400, todas diferentes, muchas muy curiosas y con mucho trabajo encima. Con la primera que hizo le tomó el pulso a este tipo de manualidad; con ese rodaje se enfrascó en la segunda, en cuya elaboración no escatimó horas: hasta 36 invirtió en ella.

El resultado de esta afición, porque Santiago ya está jubilado y con esto y otras cosas pasa el tiempo, podrá verse a partir del 1 de agosto y por espacio de una semana en el edificio 'El Fuerte' de Ezcaray, de 11 a 14 y de 18 a 20.30 horas.

La muestra reunirá unas 270 de sus creaciones –el resto, hasta 400, las ha ido repartiendo entre familiares y amigos–, que estarán a la venta a un precio que oscilará entre los 15 y 25 euros. La recaudación se destinará, a partes iguales, a la restauración de la verja de la ermita de Nuestra Señora de Allende (Ezcaray) y a la iglesia de Nuestra Señora de Tres Fuentes (Valgañón).

No es la primera vez, ni mucho menos, que Santiago hace gala de su generosidad a través de las manualidades, algo en lo que adquirió destreza a lo largo de su vida laboral. Antes de cumplir 14 años trabajó como ayudante en una farmacia y, cuando cumplió esa edad, en una carrocería. Con solo 20 años ya ejercía de encargado en un taller de chapistería, con nueve personas a su cargo, y, cuando volvió de la mili, empezó a trabajar en una fábrica de muebles de Lardero de la familia de su mujer.

En ella adquirió las habilidades que han cristalizado en numerosas creaciones artísticas, en muchas ocasiones con un objetivo benéfico.

En 2013 organizó en Logroño una exposición de pintura al óleo sobre tejas antiguas titulada 'TEJ.iendo campanas', para recaudar fondos con los que restaurar las campanas de la iglesia de Nuestra Señora de Tres Fuentes y de la ermita de San Andrés, ambas en Valgañón. Antes había hecho un 'troncomóvil', que también se sorteó con el mismo fin, entre otras cosas.

En 2014, además, con el mismo objetivo, realizó 'Caos', un mural ovalado de unos 7 metros de largo por 3 de alto y pintado sobre 146 tejas centenarias –algunas de ellas con 400-500 años de antigüedad– que entonces permaneció expuesto en la biblioteca de La Rioja y que el pasado fin de semana pudo verse en el hotel San Camilo, en el marco de la Feria Nacional de Alfarería y Cerámica (NACE) que se celebró en la localidad.

La obra refleja la visión que Santiago hace del mundo, terrible, pero con un espíritu constructivo. No encontró comprador, pero su autor estaría dispuesto a hablar con algún museo, bodega o similar que quisiera albergarla de forma permanente, antes que volver a desmontarla otra vez y guardarla en un almacén, donde carece de sentido (contacto, piligsm@gmail.com).

Volviendo a las casitas de pájaros. Santiago y Pilar tienen puestas veinticinco en su huerta de Valgañón, aunque no deben ser del gusto de los animales destinatarios porque cinco han anidado en otro rincón, fuera de ellas.

En su elaboración utiliza material reciclado, como palés de madera (de cada uno de ellos salen dos casitas, más o menos), cajas de fruta y cortezas de pino, entre otros elementos.

Ha hecho casas de pájaros para exterior y para interior, por ejemplo, en un balcón, en el que no estén tan expuestas a las inclemencias meteorológicas. Sus dimensiones rondan, más o menos, los 25 centímetros de alto por 15 de ancho y, algunas de ellas, son muy curiosas.

Por ejemplo, con un servilletero de Cervezas San Miguel hizo una que incluye una silla y mesa realizados con dos tapones de cerveza. Hay otras que representan una bodega, hórreos, iglús... También ha hecho una, redonda, dedicada a Diario LA RIOJA.

Gracias a él va a haber muchos pájaros con suerte: tendrán casa gratis.