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Marina Ocio Ijalba llega a la plaza San Martín de Entrena para casarse conduciendo un tractor. AGRISA
Entrena

La novia llegó en tractor a la iglesia

Marina Ocio cumple su sueño de niña de casarse yendo al altar conduciendo ella misma el vehículo agrícola, un Landini

Diego Marín A.

Logroño

Lunes, 25 de julio 2022, 21:26

La mayoría de las novias eligen un lujoso automóvil para ser conducidas hasta la iglesia donde van a contraer matrimonio. Si no lujoso, al menos uno clásico, emblemático o singular. También las hay más originales, que prefieren un carruaje tirado por caballos o incluso un sidecar, pero ninguna tan diferente a Marina, que el pasado sábado decidió acudir a la iglesia de San Martín de Entrena conduciendo su propio tractor, un Landini. Para sorpresa de todos, Marina ascendió por la angosta calle Mayor hasta la plaza conduciendo ella misma un tractor, limpio como salido del concesionario y adornado para la ocasión.

«Fue una sorpresa muy original, la mayoría de los invitados no lo sabíamos. Podríamos imaginar que llegara en tractor pero no que lo condujera ella misma», reconoce Laura Merino Mengíbar, una de las invitadas a la boda, junto a toda su familia. Marina Ocio Ijalba contrajo matrimonio con Luis Ángel Gentico Merino y cumplió su sueño. «Desde niña quería llegar en tractor a la iglesia, que fuera una entrada triunfal, aunque mi madre quería que se me olvidara, para que no se me rompiera el vestido, pero cuando me pidieron matrimonio lo empecé a mover todo», explica Marina desde Tenerife, donde disfruta ya de su viaje de novios.

«Desde niña quería llegar en tractor a la iglesia, que fuera una entrada triunfal, aunque mi madre quería que se me olvidara, para que no se me rompiera el vestido»

La novia consultó la posibilidad de alquilar un tractor, el concesionario Agrisa se lo prestó y, con la ayuda de sus hermanos Víctor y Belén, cumplió su deseo. «Mis padres eran agricultores y yo les he ayudado desde niña. A los 18 empecé a conducir el tractor, y aunque no ejerzo de agricultora, es lo que quería. En Entrena solo dos mujeres conducimos tractor», afirma Marina, consciente de haber sorprendido a casi todos los invitados. «No se lo esperaban, aunque mi familia sí lo sabía, pero no la de mi marido. Yo quería que fuera una sorpresa y alucinaron. Muchos, incluido el cura, me dijeron: «¡Qué valiente!»», recuerda Marina.

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