Los vaivenes de la pandemia y la normativa dejan el mercadillo de Nájera con la mitad de puestos

Nada ni nadie parece estar a salvo de la influencia de la pandemia del coronavirus. El mercadillo semanal de los jueves en Nájera, tal vez uno de los más numerosos en cuanto a puestos de venta de toda La Rioja, también está en constante cambio. El que haya bajas y se cubran con otras altas no es algo muy extraño, pero este año han abandonado más comerciantes que no se han podido reponer.

De los más de noventa puestos se ha pasado a contar con algo más de 75, según fuentes municipales, quienes han significado que algunos de los adjudicatarios han decidido no presentarse para la renovación. En ello ha podido influir que a raíz de la llegada del coronavirus, ha sido preciso realizar modificaciones en los espacios destinados a la instalación de los puestos, dadas las normas sanitarias que se han ido promulgando de cara a lograr la máxima seguridad.

En ese sentido en la última regularización de la situación de los comerciantes ha sido necesario suprimir algunos de los puestos, mientras que en otros casos se ha tenido que reducir su espacio, con el fin de conseguir la separación de seguridad. Así, cuatro puestos han sido suprimidos. En un caso la baja de un adjudicatario ha sido suplida con el alta de otro. Una baja de un puesto no ha sido cubierta y se ha procedido a dar el alta a otro comerciante para cubrir otro espacio diferente. En otro caso se le resta unos metros a un puesto y se le suman al adyacente.

A todo esto se le debe sumar la última modificación marcada por los rebrotes en la Comunidad Autónoma y la nueva normativa promulgada para atajarlos, lo que ha conducido a que ya desde el pasado jueves el mercadillo solo cuente con el 50% de los puestos, con la condición de que los que venden productos perecederos tiene prioridad.