Usuarios de Aquanájera se movilizan para impedir el cierre del complejo

Al no salir adelante la propuesta de una nueva prórroga, que fue rechazada en el pleno extraordinario de agosto por los partidos de la oposición aludiendo a la existencia de «informes desfavorables», y ante la falta de un nuevo pliego por parte del Ayuntamiento de Nájera (que asegura que «los técnicos ya se encuentran trabajando en la nueva redacción»), los najerinos se volverán a quedar sin piscina climatizada.

No es algo nuevo para los usuarios que hacen uso del complejo deportivo de Aquanájera ni para sus trabajadores, que están viendo cómo se repite lo mismo que en el año anterior. Nada más llegar a la recepción del centro son muchos los que preguntan qué va a pasar, pero «ni nosotros tenemos la información precisa», afirma Carla, trabajadora de Aquanájera.

«Ya no es tanto por nuestro trabajo, sino de cara a los clientes, la rabia e impotencia que te crea ver que los niños se van a quedar sin actividad, la gente mayor, no poder dar servicio a los pueblos de la comarca, que los colegios no vayan a poder hacer aquí Educación Física...», lamenta la trabajadora, que añade que «es ya la segunda vez que pasa» y «estamos hartos ya». Natalia, que da clases de natación a grupos de niños, cuenta que los pequeños no lo entienden, «te preguntan por qué no van a venir más, lo ven como un castigo», e incluso algunos «te dicen que si no hay dinero te traen ellos el de su hucha».

Los trabajadores no son los únicos con indignación por este nuevo cierre, los usuarios también. De hecho, un grupo de socios de Aquanájera está llevando a cabo una recogida de firmas para pedir «al Ayuntamiento que haga todas las gestiones y esfuerzos posibles para que no se cierre la instalación de manera definitiva» ya que «sería una barbaridad dejarla morir y abandonarla». Una iniciativa que se está llevando a cabo de forma presencial, con una hoja en recepción, y de forma 'on line', y que en cada caso se acumulan ya alrededor de 400 firmas.

María Elisa, Víctor y María Blanca, que van a la piscina desde hace seis años, acaban precisamente de firmar esa hoja. Tampoco quieren que se cierre una instalación que hace bien a mucha gente, pues «vienen muchas personas que se han operado y lo necesitan para rehabilitación».

Una de las caras más visibles en esta lucha por mantener vivo el complejo de Aquanájera es la de Miguel Ángel, un joven socio de las instalaciones que compartió un vídeo en sus redes sociales sobre cómo el deporte y el gimnasio de Nájera le han ayudado a pasar «de estar perdido a encauzar mi vida». Para él, «el gimnasio cambia vidas» y «las personas necesitan y quieren bienestar y salud en Nájera, y eso es lo que hay que darles». En unas instalaciones que, como apunta el joven, «son una bestialidad» y «no se están vendiendo bien».

Miguel Ángel no esconde su malestar ante la situación, «la gente busca sostenibilidad, y con esto de cerrar, abrir y volver a cerrar el gimnasio no está cogiendo buena reputación», y lleva a que usuarios como Goyo, socio desde la apertura en 2012, se hayan «matriculado ya en un gimnasio de Logroño, que me cuesta cuatro veces más, pero no tengo alternativa». Y ante el inminente cierre, muchos se verán obligados a hacer lo mismo.