También habrá tiempo para el rock y para la música nostálgica

Fiestas y música es un binomio que se da por sobrentendido. Qué sería de los festejos de un pueblo o ciudad sin las aportaciones musicales de diversos géneros que se ocupan de animar las calles o los recintos donde se desarrollan los diversos actos que conforman la programación. A buen seguro que todo ello perdería -salvo algunas excepciones- en brillantez y, desde luego, en animación para el personal participante.

Desde los chupinazos que dan la salida a una gran parte de las fiestas, en este caso las de Nájera en junio carecen de ese detalle iniciador, hasta las mismísimas procesiones, disponen todos o casi todos de su componente musical. Las najerinas en honor a San Juan y San Pedro tienen un componente musical muy especial, ya que su ingrediente básico son las vueltas y éstas requieren de las notas musicales interpretadas por la Agrupación Musical Najerense para poder realizarlas. Se podría decir que sin la música las vueltas no tendrían sentido.

Sin embargo, el programa de fiestas también dispone otros apartados musicales, también variados, que van más allá de los acostumbrados sones vuelteros. En este sentido, no podemos olvidarnos de los pasacalles, que por cierto suelen estar trufados de canciones vuelteras, además de otras para animar cualquier clase de festejo.

Desde hace ya un par de años, el Ayuntamiento trata de llenar el vacío que solía haber la tarde noche de los dos grandes días. Para ello se programan dos funciones musicales para aquellos que, o bien no alargan las vueltas hasta muy avanzada la tarde o que, simplemente, les gusta disfrutar de las primeras horas de la noche por las calles de su ciudad.

Así, desde las 21.00 horas del día 24, en la plaza de España, el grupo riojano 'Los Átomos' deleitarán al público recordando aquellos años 60 y 70 del siglo pasado, con temas de The Beatles y Los Brincos, entre otros. Para la noche del 29, a las 22.00 horas, se espera la actuación del 'Rockalean', que es un grupo de rock que puede tocar en cualquier sitio de la ciudad, sin tener que estar supeditado al lugar donde han montado su tinglado y que ya el pasado año cosechó un auténtico éxito.