Santa María la Real se libra de la humedad

El monumento más característico de Nájera, su monasterio de Santa María la Real, ya se encuentra libre de humedades. El Ministerio de Cultura, a través del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), ha dado por concluidas las obras de emergencia, realizadas tanto en la iglesia como en la sacristía del monasterio najerino, tras trece meses de trabajos.

Ayer tuvo lugar la presentación de estas obras, primero por la mañana a las autoridades municipales y regionales, así como a miembros del patronato, y después por la tarde al público general. Durante la presentación matutina, la arquitecta y coordinadora de las obras, Olga Roldán, explicó a los asistentes cada una de las intervenciones realizadas desde mayo del pasado año, y quiso recalcar en varias ocasiones que «la obra es interna y no se puede ver a simple vista en las visitas, pero aunque no ha dejado huella ha solucionado los problemas que existían».

Roldán señaló que la necesidad de realizar de manera urgente esta intervención surgió a raíz de una obra anterior ejecutada en el año 2021 en las fachadas del monasterio, donde «se detectó un foco de termitas en la sacristía». La presencia de estos insectos se veía favorecida por la humedad, y esto suponía «un grave riesgo tanto para los elementos constructivos de madera como para los bienes muebles de alto valor artístico e histórico».

Como explicó la arquitecta, durante estos meses se han seguido cinco líneas de trabajo, cuatro de ellas enfocadas a las humedades: «paliar la humedad por infiltración en cubiertas de la sacristía y la iglesia, incluido el campanario y el claustro; la humedad por fugas de la red de saneamiento, principalmente en los pies de la iglesia; la humedad por capilaridad, intentando minimizar la presencia de aguas subterráneas de acuíferos o procedentes de la ladera del cerro; y la humedad por condensación, principalmente en la sacristía ante la falta de ventilación de sus cerramientos».

Por su parte, la quinta línea de trabajo se ha dirigido a la consolidación de los elementos constructivos afectados (muros, bóvedas, pilares, parte de la fachada y vidrieras).

Además de estos trabajos, que han sido más en las entrañas de Santa María la Real, también se han realizado otras intervenciones de cara a mejorar las visitas al monasterio. Por un lado, se han arreglado baldosas y suelos en zonas como el interior de la iglesia, haciendo más seguro el recorrido. Por otro lado, también se han instalado seis nuevos paneles explicativos «que ponen en valor la iglesia desde el punto de vista histórico y artístico».

El proyecto se ha enmarcado dentro del Plan Nacional de Abadías, Monasterios y Conventos coordinado por el IPCE, y ha sido ejecutado por la empresa Alfaro Construcciones y Obras, con una inversión total de 1.137.156 euros, y con ella se ha garantizado la estanqueidad de la iglesia y la sacristía para controlar las condiciones de humedad interiores.

Después de ambas presentaciones, los asistentes tuvieron la suerte de poder visitar lugares de Santa María la Real que normalmente no están abiertos al público, como la torre del campanario. Además de ver alguna de las intervenciones que sí eran visibles, como la instalación de una puerta en la torre para impedir el paso de palomas o murciélagos a un nivel inferior del monasterio, los presentes pudieron disfrutar de unas vistas únicas de Nájera desde lo más alto de Santa María la Real.

Otro de los regalos de esta particular visita fue un recorrido por la parte trasera del retablo de la iglesia, un estrecho camino que dejó sin palabras a más de un visitante por lo imponente de las vistas y la suerte de poder ver de tan cerca esta obra que preside la iglesia del monasterio de Santa María la Real, que ya se encuentra sano por fuera y por dentro.

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