Santa María la Real vibra con Miguel Olano

Las puertas de la iglesia de Santa María la Real se abrieron el pasado sábado para la presentación del nuevo proyecto de Miguel Olano 'Una voz para el camino' con motivo del año Xacobeo 21-22. El tenor, vestido con un impoluto frac negro, ensayaba instantes antes del concierto junto a su pianista Javier Pérez de Azpeitia. Le esperaba más de una hora de recital en un lugar que conocía muy bien. «He pasado muchas horas de joven por las calles de Nájera. Este concierto es muy especial para mí, ya que los familiares de mi esposa son de aquí», relataba el tenor mientras se preparaba.

Tras más de treinta años subido a los escenarios de los teatros con más renombre a nivel internacional interpretando óperas como 'Carmen' o 'Aida', Olano vuelve a la tierra que le vio nacer con la ilusión de cantar para los suyos. «Soy feliz cantando en La Rioja, siento que hay una conexión especial entre el público y yo. Es algo indescriptible», aseguraba el cantante natural de Cenicero.

Esa energía de la que hablaba Miguel Olano pudo palparse en todos y cada uno de los minutos que duró el recital. Sin prisa, pero tampoco sin pausa, los espectadores fueron llegando en pequeños grupos. A la entrada, varios miembros de la organización medían la temperatura y acompañaban a los espectadores a sus respectivos bancos. «Dos por persona», avisaba una de las organizadoras.

El concierto se convirtió en la excusa perfecta para volver a ver a conocidos, para sacar fotos de la iglesia e incluso para comprar el disco del tenor al final del mismo. Eran las 20.00 horas, y el tenor aparecía desde la sacristía dando comienzo al recital. El pianista sacó sus partituras y Miguel Olano se sentó presidiendo el altar.

Las letras de Federico García Lorca dieron comienzo al concierto. El tenor interpretó canciones como la 'Nana de Sevilla', 'Las tres moritas' o 'Los cuatro Muleros' entre otras muchas. Eso sí, todas fueron en español «algo que no suelo hacer ya que estoy más acostumbrado a cantar en italiano, pero la cita lo merecía», reconocía Olano.

Pasada la hora de concierto, el público terminó levantándose de sus asientos para aplaudir la voz de Miguel Olano. Más de cien personas pusieron el broche de oro a una tarde en la que había mucho que celebrar. El arte en formato de música de cámara volvía a la vida después de unos duros meses de pandemia haciendo vibrar las paredes de Santa María la Real.