La Policía Local adquiere una pistola Taser

Según explicó Ochoa, «el aparato, más que un arma es un dispositivo de control, conocido como Taser, diseñado para incapacitar a una persona o animal temporalmente mediante descargas eléctricas que imitan las señales nerviosas y confunde a los músculos motores, principalmente brazos y piernas, inmovilizando al objetivo temporalmente».

El dispositivo dispara dos elementos similares a dardos pequeños, que contienen electrodos que se conectan con el arma mediante alambres de metal que administran la descarga eléctrica que conduce a la paralización durante unos minutos. Se trata, según indicó el jefe del Cuerpo, «de una tecnología de alto voltaje, bajísimo amperaje y de envío de una carga eléctrica pulsatil, que produce la incapacitación neuromuscular temporal».

Considerada un arma no letal, debido a la poca intensidad de la descarga, de entre 3 a 5 miliamperios, «está destinada a situaciones en las que no estaría justificado el uso de armas de fuego», indicó Ochoa. Más adelante añadió que, «el uso de la Taser va unido al funcionamiento de una cámara que porta el agente en su pecho, que graba imagen y sonido desde el momento mismo en que el agente, tras advertir de que va a usar el dispositivo y lo extrae de su funda, lo porta en su mano. Así se graba toda la actividad, pasando al final de la actuación, grabación y cámara, al Juzgado».

Además del color amarillo de la taser, que tiene carácter disuasorio, también dispone de una acción que produce un arco voltaico visual y sonoro, que advierte de que el dispositivo está preparado para usarse.