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La corporación municipal najerina celebró este martes el pleno correspondiente al mes de septiembre, aplazado una semana por temas organizativos. Beatriz Lerma, la interventora, hizo ... las funciones de secretaria tras la salida de la anterior titular. La sesión comenzó, como siempre, con la aprobación de actas anteriores.
En ese momento hubo una queja, del portavoz del PR, porque no se habían recogido todos los turnos de palabra. Tras el pequeño inciso, se pasó al siguiente punto del día: la renuncia de la concejala del PSOE, María Bezares. Decisión motivada por la incompatibilidad de la vida laboral con la dedicación que requiere un cargo público. Bezares quiso agradecer a los allí presentes «el tiempo compartido».
Ahora, la corporación se queda con 12 personas, a falta de una nueva concejala, hasta que la junta electoral tramite el cambio. Aunque ya se sabe que esa vacante será ocupada por Amparo Mínguez, que formó parte del Ayuntamiento en el período 2005-2011 y 2019-2023, siendo en este último la titular de Festejos, Ferias y Asuntos Sociales.
Una vez cerrado el capítulo de la dimisión, el pleno aprobó por unanimidad el nuevo esquema de personal del Ayuntamiento, que incluye cambios para optimizar el trabajo de ciertas áreas y dar facilidades de contratación. Queda abierto un plazo de 15 días para que los afectados presenten sus reclamaciones.
Después, tras los asuntos de alcaldía, llegó el turno de ruegos y preguntas. Entre los partidos de la oposición se dio cuenta del mal estado de limpieza de Nájera, la no reapertura del complejo Aquanájera (habrá una mesa de contratación en dos semanas) o la falta de elaboración del tan ansiado nuevo plan general, que reorganizaría el urbanismo.
Sobre esta última cuestión, alcalde y portavoz del PSOE (que gobernó en el período 2015-2023) mantuvieron una discusión sobre quién de ambos tiene la culpa del retraso. La polémica también abarcó la reforma del río Najerilla, sin quedar claro para el ciudadano qué ocurre realmente con ambos proyectos.
Durante el resto del turno de preguntas, IU incidió en la decadencia de la feria de San Miguel, con el alcalde respondiendo que la replantearán. Asimismo, desde el PR mostraron su preocupación por una posible multa por contaminación debido a la rotura de la estación de bombeo del casco antiguo najerino. Finalmente, el público puso el foco en el deterioro del cementerio municipal. «Se acerca el Día de Todos los Santos y hay suciedad, maleza e incluso zanjas, nadie lo cuida», lamentó ayer una vecina.
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