Unas 300 personas se concentran para pedir la apertura de las piscinas climatizadas

También a última hora de la mañana se había decidido plantear otro asunto por el trámite de urgencia: la resolución del recurso de reposición interpuesto por la empresa JIG contra el acuerdo de pleno del 27 de julio de 2022, relativo a la prórroga del contrato administrativo de servicios para la gestión integral de las piscinas climatizadas.

«La urgencia viene dada por la decisión de la empresa tomada el pasado viernes de no seguir dispensando el servicio, a pesar de que tienen el contrato y la prórroga firmada y establecida», señaló el alcalde, Jonás Olarte.

La concentración, realizada a través de las redes sociales, estaba motivada por el cierre de las piscinas y según un cartel que se exhibió, se pedía que se abrieran. También se mostraron otros en los que se reclamaba que se volviese a programar cine en el Doga y hasta una persona apareció portando un cartel que decía: «No al desmantelamiento del museo».

Los presentes hicieron sonar silbatos y dieron gritos de '¡fuera, fuera!' o '¡alcalde dimisión!', entre otras cosas. Llegada la hora de la sesión, el salón se llenó de público, aunque no todos estaban por el motivo de las piscinas, ya que el asunto urbanístico también ha venido despertando controversia entre la ciudadanía.

Para comenzar se leyó el encabezado del punto a incluir de urgencia y se procedió a la votación. Como quiera que no hubo la unanimidad necesaria, se dejó sobre la mesa y se anunció que hoy será tratado por la mañana en otro pleno extraordinario.

Ahí llegó el descontrol, ya que algunas personas empezaron a preguntar por qué no se abren las piscinas y, a pesar de que se les indicó que al ser un pleno extraordinario el público asistente no puede intervenir, algunos siguieron en su empeño.

La edil de Cambia Nájera, Idoia Eguileor, pidió intervenir, advirtiéndosele de que no lo podía hacer porque el asunto no se podía debatir al rechazarse la urgencia. No obstante, al final le fue permitida la intervención, indicando que había recibido a las 15 horas la noticia de que el asunto de las piscinas se iba a llevar a la sesión por urgencia. El alcalde le indicó que toda la Corporación lo había recibido al mismo tiempo, lo cual fue refrendado por la secretaria municipal.

Algunos de los presentes siguieron increpando al equipo de gobierno. Al finalizar la sesión, buena parte de los concentrados esperaban en la calle y cuando salieron los corporativos les abuchearon al grito de nuevo de '¡fuera, fuera!', pidiendo algunos la dimisión del alcalde. Por fortuna no se registró ningún altercado.