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Ayer en Nájera era uno de esos dos días que cada localidad de La Rioja dispone como fiesta local. La festividad de San Juan Mártir, ... uno de los patronos de la ciudad, hubiera sido el segundo día de las fiestas de septiembre, si estas no hubieran sido suspendidas hace ya unas semanas como consecuencia de la situación de pandemia que se vive.
Para evitar que en la ciudad se reprodujeran situaciones como las que se han vivido en otras poblaciones riojanas, en las que también se suprimieron los festejos pero hubo quien hizo caso omiso y formó sus fiestas particulares que desembocaron en un repunte del número de personas infectadas por el coronavirus, desde el Consistorio najerino se emitió un bando al respecto.
El mismo comenzaba recordando que «por unanimidad de todos los miembros de la Comisión de Festejos celebrada el pasado 18 de agosto de 2020, se decidió suspender las fiestas patronales de septiembre que se celebran en honor a San Juan Mártir y Santa María la Real». Más adelante se añadía que «todos los actos que organiza el Ayuntamiento de nuestra ciudad cada año, en estas fechas tan queridas por todos, están cancelados con motivo de la pandemia provocada por el coronavirus».
Como consecuencia de todo ello, el bando recordaba la última normativa emitida por el Gobierno de La Rioja de cara a tratar de atajar los rebrotes de la enfermedad, como el cierre de chamizos, bajeras u otros locales de reunión similares; no celebrar reuniones de más de diez personas; y no mantener encuentros con personas que no pertenezcan a la unidad familiar básica de convivencia. Estas normas fueron endurecidas ayer y entrarán hoy en vigor.
A ello se sumaba la recomendación desde el Consistorio, incidiendo en el respeto a la «regla de las tres M: mascarilla, metros (distancia social) y manos (higiene)», y una última advertencia, «si las medidas mencionadas anteriormente no surten efecto y continua el incremento de casos, tanto el Gobierno de La Rioja como el Ayuntamiento de Nájera se verán obligados a adoptar medidas más drásticas y contundentes como hemos podido ver en otras localidades».
Se cerraba el bando apelando a «la responsabilidad individual en el cumplimiento de las recomendaciones», subrayando que «esto es un acto de generosidad individual que redunda en favor de toda la ciudad».
Pues bien, en un principio y hasta que se demuestre lo contrario, los najerinos parecen haber hecho caso a los consejos y recomendaciones. Desde primera hora de la mañana, lo que más llamaba la atención en la ciudad era, por ejemplo, que las zonas de aparcamiento que suelen ser las más concurridas, disponían de enormes espacios libres. Según se acercaba la hora de comer, las terrazas se encontraban algo más concurridas con la gente tomando el aperitivo, eso sí, equipados con las mascarillas.
Ahora lo que hace falta es que la noche no lleve consigo 'desmadres' y los najerinos vuelvan a poner de manifiesto que, tal y como ya hicieran durante la suspensión de las fiestas de San Juan y San Pedro, sigan al pie de la letra las instrucciones y procuren no desafiar al virus. La prueba de fuego llegará mañana viernes.
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