Nájera tala ocho chopos de las piscinas por seguridad

Según el informe, «al levantar la solera de hormigón se ha visto que los árboles se han establecido en un espacio angosto, apoyados sobre un sobrante de hormigón que impide un crecimiento ordinario del árbol». Además, «la escasa zona de desarrollo está compuesta por áridos y material de relleno que no les garantizan estabilidad para un agarre adecuado».

Como consecuencia de que esta especie «no dispone de raíces que penetren en profundidad, su capacidad de anclaje al suelo es limitada y en este caso y por este problema, sus raíces han crecido formando una plancha horizontal en superficie, sujetándose con la solera superior», continúa el informe.

Al retirar dicha solera por las obras «los árboles han perdido sus puntos de sujeción y por tanto su estabilidad», por lo que «un golpe de viento y el 'efecto bandera' sobre su ramaje, sería suficiente para provocar el desplome de los mismos con mucha facilidad, en una zona muy transitada y con mucha actividad».