De la Iglesia invita a trabajar unidos por una Nájera moderna

Las fiestas de de Nájera en honor a San Juan Mártir y Santa María la Real ya están más cerca. Anoche, en la plaza de España y con el monasterio como telón de fondo, tuvo lugar el acto que sirve de prólogo a las mismas. En primer lugar, los nuevos reyes de fiestas, Carla Prado y Álex Tomé, tomaron el relevo de sus predecesores, Silvia Pérez y Pablo Magaña.

Más adelante llegó el momento del pregón, en esta ocasión a cargo de la najerina María Cecilia de la Iglesia. Jueza de profesión, tras el saludo a sus paisanos, tuvo unas primeras palabras de «sentido recuerdo a todos aquellos que ya no están, y en particular a quienes perdieron la vida por el virus que ha condicionado nuestro día a día durante estos largos meses».

Además, quiso rendir «un merecido homenaje a toda la sociedad najerina, por su comportamiento ante la difícil situación en la que nos hemos visto todos. Nájera, como no podía ser de otra forma, ante la dificultad, supo reaccionar, actuar, organizarse y sobreponerse», lanzando un mensaje para el futuro: «debemos recordar todo lo acontecido en los dos últimos años, aprender de lo sucedido y sobre todo, sentirnos orgullosos como ciudadanos de los logros conseguidos».

A continuación, desgranó varios datos biográficos, comenzando por señalar orgullosa, «soy najerina, y pertenezco a la última generación de personas que nacieron en Nájera. Mi madre, Cecilia, dio a luz en casa de mis tíos Mari Carmen y Bautista. Es por ello que puedo afirmar que soy najerina de nacimiento, de padre y madre najerinos, y nieta de najerinos, pues si bien mi abuelo Valentín no nació en Nájera, ejerció como tal desde que vino, pues fue maestro de muchos najerinos y alcalde años más tarde».

Seguidamente y después de relatar algunos de sus recuerdos infantiles y juveniles, glosó las virtudes de la ciudad que la vio nacer, en especial sus rincones más notables, e hizo un alegato por cuidarla al máximo.

Concluyó con una invitación a reflexionar «sobre qué modelo de ciudad queremos. Nájera sabe lo que es, pero tiene que saber lo que quiere ser, hacia dónde quiere caminar. Es responsabilidad de todos trabajar unidos, vecino con vecino, por una Nájera moderna, pero siempre fiel a su esencia, respetando su patrimonio y embelleciendo todos sus rincones».

Una gran ovación puso el broche a su intervención.