Capoeira por ellos mismos

Entre ellas, algo más de una decena de usuarios se ha decantado por las clases de capoeira, «La capoeira es un arte de movimientos aleatorios donde no solamente se trabaja la parte física, también la mental, la autoestima, el respeto por los compañeros y el trabajo en equipo». Así explica este arte marcial Cicero, profesor en Asprodema que lleva más de 34 años dedicado a la capoeira. Cicero está desde 2009 en la asociación, año en el que comenzó como voluntario y, poco después, continuó como profesor. «Aquí trabajamos la capoeira adaptada a cada usuario, a cada capoeirista», explica Cicero, que cuenta que en cada clase «se trabaja de forma diferente, ninguna es igual».

Lo que sí se hace siempre es comenzar la clase con el calentamiento, para el que los alumnos se ponen en círculo y van entrando en calor antes de empezar con los movimientos básicos de capoeira: patadas, esquivas... Aquí no solamente se trabaja con el movimiento, sino también con la música. Los ritmos que salen de los altavoces y los que crean los chicos con los instrumentos y con sus voces.

Al son de esta música, comienzan los llamados 'dos a dos', en los que los usuarios van saliendo al centro del círculo en parejas y van realizando diferentes secuencias de capoeira, algo que en ocasiones se confunde con coreografías, pero como explica el profesor Cicero, no es así. «Trabajamos con secuencias, las enseño y ellos las memorizan para luego usarlas de forma libre», indica Cicero. Al memorizar estas secuencias, luego los alumnos no solo las emplean en las clases de Asprodema de Nájera, sino también en visitas a otros centros y en exhibiciones, como la que realizaron el año pasado por el Día de la Discapacidad.

Cicero expresa, tanto con sus palabras como con la mirada, que este es un trabajo que le encanta, y los alumnos comparten ese sentimiento al cien por cien. Ana Mari es una de las alumnas que cada jueves acude a las clases de Asprodema en el CAD 'La Sierra' de Nájera, y afirma estar «muy contenta» con ellas. La capoeira «me ayuda a estar relajada, es buena para mi cuerpo y nos lo pasamos muy bien en ella, estamos todos muy contentos», explica mientras sus compañeros se encaminan a la parte final de la clase, la de los estiramientos. Otro de los aspectos que más le gusta a Ana Mari sobre esta actividad en la que se unen «el deporte, el arte marcial y la lucha» son las exhibiciones que realizan de la mano de Cicero.

La figura de Cicero como profesor es muy importante para todos los alumnos. Un ancla que no solamente les enseña, sino que les da confianza. Así lo demuestra Ani, otra de las alumnas, que no le quita ojo a su profesor mientras explica, emocionada, que para ella estas clases son una forma de «demostrarle a mi mamá que soy valiente y que puedo con todo, y que puedo hacer capoeira por mí misma».

Para estos capoeiristas, esta no es una simple actividad, sino que es un arte que va mucho más allá.