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Álvaro Untoria y su mujer Milagros Hervías posan detrás de la barra del bar del Círculo Católico de Obreros, que se encuentra en la najerina plaza de la Cruz. E. G. M.
Fin a una vida tras la barra del Círculo de Nájera

Fin a una vida tras la barra del Círculo de Nájera

El matrimonio formado por Álvaro y Milagros deja el bar del club social después de 32 años ganándose el cariño de los clientes

Jueves, 27 de marzo 2025, 23:02

Corría agosto del año 1993 cuando Álvaro Untoria, que se había dedicado antes a la carpintería y a servir en bodas, cogió el bar del Círculo Católico de Obreros de Nájera. Lo hizo de la mano de su mujer Milagros Hervías, y juntos han formado un tándem que se ha encargado del local hasta ahora, que están a punto de jubilarse.

«Me acuerdo que la concesión salió a subasta y nos presentamos cinco, y lo ganamos por muy poco», cuenta Álvaro. Su mujer Milagros recuerda de aquellos inicios que «entramos jovencitos y éramos muy inocentes, por suerte la gente nos quería y al final hemos hecho mucha amistad con los clientes». De hecho, dentro del local, ubicado en la plaza de la Cruz, se respira ese ambiente familiar de los bares de antes. De esos en los que puedes pedirle un favor al camarero, confesarle secretos o charlar con él desde la confianza que da la rutina.

«A lo largo de estas tres décadas ha pasado por aquí mucha gente de la que te acuerdas, como el Charro, Antonio Biscúter, José Mari Galarreta, Amador o los hermanos Abre y Cierra», relata Álvaro. A todos ellos los tiene en mente porque «eran graciosos, buenas personas y tenían amistad con todo el mundo; al Charro, por ejemplo, le daba por cantar y cómo nos reíamos todos».

«Hay mucha gente de la que te acuerdas, como el Charro, Biscúter, José Mari Galarreta, Amador o los hermanos Abre y Cierra», cuenta Álvaro

Las mujeres también han sido protagonistas durante estos 32 años de Álvaro y Milagros. «Ahora vienen menos, pero antiguamente se juntaban en mesas de diez o doce personas y pasaban las tardes jugando las partidas, hasta había que reservar sitio», cuenta Milagros. Según han ido pasando los años, ese modelo de ocio ha menguado entre los najerinos. «Al bar puede venir cualquiera, pero el gran salón del fondo está reservado para socios; cuando entraron Álvaro y Milagros teníamos más de 500 y ahora somos en torno a 190 miembros», detalla Roberto Gallego, presidente del Círculo.

«La cuestión es que la gente mayor va muriéndose y los jóvenes no vienen, no entran al trapo de pertenecer a un club; pero no solo pasa aquí, también se ve en casi todas las asociaciones de Nájera», apostilla Gallego con pena. El consuelo es que, aunque cada vez sean menos, los clientes del Círculo siguen destacando por su lealtad. Un grupo de ellos, que toma el vermú en una mesa, declara que «aquí el ambiente, el trato, la limpieza... todo es inmejorable; Álvaro y Milagros son una bomba, no va a haber nadie tan bueno como ellos». A eso, los tres amigos añaden que «nuestros padres ya venían aquí y nosotros lo hemos mamado desde que éramos pequeños».

De vuelta a Álvaro y Milagros, ambos sonríen al ver que tras tantos años de esfuerzo van a ser echados de menos. «Ahora es momento de descansar, en estos seis lustros ha habido muchos días de trabajo y muchas noches hasta las tantas», afirma el matrimonio al unísono. Preguntados por qué van a hacer al día después de jubilarse en mayo, a sus 63 años Milagros dice que «disfrutar» y Álvaro, con 65, comenta con una sonrisa que «me dedicaré a la huerta, tengo una parcela en Tricio que espera ser cultivada».

Del Círculo van a llevarse el recuerdo de las costumbres que no cambian. «La rutina y las aficiones son parecidas ahora que al principio, la gente viene, se come un bocata, ve el fútbol, juega al billar o a las cartas; la única diferencia es que antes se podía fumar dentro, creo que cuando lo prohibieron fue cuando la gente comenzó a desanimarse a venir», reflexiona Álvaro. Como último apunte, él y su mujer quieren dar las gracias «por el cariño que nos dieron todos cuando caímos enfermos en la pandemia».

Desde la dirección del Círculo confirman que en mayo sacarán el bar a subasta con condiciones bastante favorables

Ahora, desde la dirección del Círculo confían en encontrarles un relevo a la altura. «Sacaremos la gestión a subasta; las condiciones son que aquí pagan una cuota fija, nosotros cubrimos los suministros y todo el beneficio es para ellos, se puede vivir bien de esto», sentencia Roberto Gallego, el presidente de la entidad.

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