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El alcalde de Nájera, Jonás Olarte, ha confirmado que mantiene contactos con el Gobierno de La Rioja «para estudiar cómo podemos solucionar la acogida a los temporeros que llegarán para la vendimia», pero –aclaró– bajo la premisa de que «este año, en las condiciones en las que estamos por la pandemia, la gestión del local en el que pasen la noche tendrá que hacerse a través del Gobierno regional».
«Estamos trabajando junto a ellos para ver cómo lo podemos hacer», indicó el primer edil najerino, quien recordó que en la reunión en La Grajera a la que acudieron citados junto a otros ayuntamientos para abordar el asunto, «nosotros les dijimos que el Ayuntamiento iba a poner a disposición las instalaciones municipales de las que dispone, pero que la gestión del albergue tenía que hacerse a través del Gobierno de La Rioja».
En ese sentido, señaló que «nosotros no podemos asumir toda la desinfección, el control de accesos, el tema de comidas, la limpieza y demás». Algunas de estas labores las asumía el Consistorio najerino en años anteriores, una vez que se ocupaba de buscar un local adecuado y con las dimensiones necesarias, que alquilaba a sus propietarios. Además también alquilaba las infraestructuras precisas para el aspecto higiénico, tales como contenedores con servicios y duchas. Eso sí, para materializar esa labor por parte municipal, se contaba con la ayuda regional a través de Servicios Sociales.
Otro de los aspectos que se va a ver dificultado es el de la atención que el grupo de voluntarios vienen ofreciendo cada año para proporcionar las cenas a los temporeros que llegan hasta Nájera, en la que colaboraba el Ayuntamiento poniendo a su disposición un local municipal, además de enseres con los que realizar los guisos.
En ese aspecto el alcalde señaló que se estudia la posibilidad de facilitar esa alimentación sirviéndose recipientes tipo 'táper', que podrían ser calentados con microondas, «pero eso es algo que se tendrá que estudiar también, porque lo principal es la seguridad sanitaria».
Lo que sí que tiene claro es que, «por ejemplo, el local de los últimos años no podrá ser, porque no tiene las dimensiones necesarias para poder guardar las distancias de seguridad». Olarte concluía diciendo que «estamos dispuestos a colaborar, pero tiene que ser diferente a otros años».
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