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El padre Lucas en el claustro del monasterio de Santa María la Real. J. R.
El último adiós de los najerinos al padre Lucas
Nájera

El último adiós de los najerinos al padre Lucas

Este martes se celebra el funeral por el que fuera guardián del monasterio, un franciscano que llegó en los 80 a la ciudad y cautivó el corazón de los vecinos

Lunes, 25 de septiembre 2023

No es necesario nacer en un lugar para sentirse parte de él, y un ejemplo perfecto de ello es el del padre Lucas Uranga, de la orden de los franciscanos, que ha pasado casi cuatro décadas de su vida dedicadas a Nájera. En este tiempo no solamente ejerció como padre guardián del Monasterio de Santa María la Real, sino que también se implicó en decenas de actividades e iniciativas que ayudaron a mover a la juventud de Nájera.

Por eso, cuando se recibió la triste noticia de su fallecimiento, decenas de najerinos mostraron su pesar y condolencias por una persona «muy entrañable y querida» que marcó a gran parte de la localidad. Las muestras de cariño no tardaron en aparecer en redes sociales, con fotografías y recuerdos del tiempo que el padre Lucas pasó en la ciudad.

Una ciudad que, este martes a las 20.00 horas, dará su último adiós a Lucas Uranga en la iglesia del Monasterio de Santa María la Real, el que fuera su casa durante muchos años. Allí, se espera que multitud de najerinos acudan para despedir a una persona que tanto jóvenes como mayores de Nájera recuerdan con especial afecto. «Era una persona muy cercana que con sus carantoñas y sus bromas caía muy bien tanto a los más pequeños como a los mayores», rememoran algunos.

Durante 40 años estuvo en Nájera, donde se volcó en actividades con la juventud y dirigió la Coral Najerense

Lucas llegó a Nájera a principios de los años ochenta, y los que le conocieron entonces destacan que desde un primer momento se implicó por toda la ciudad y sus habitantes, pues «llegó a Nájera muy joven y con todas las ganas del mundo». Esto hizo que enseguida los jóvenes se interesaran por las iniciativas que el padre Lucas proponía, y se empezaron a formar grupos, como los de la Asociación Juvenil TAU.

En las clases de religión que impartía en el instituto era también «muy muy cercano, y todo eso a la gente le iba calando poco a poco», tanto que, como se acuerdan algunos, «a los chavales les caía muy bien, iba por la calle y a veces le decían '¡Adiós Lucky Luke!', y él se reía». Otra de las actividades en las que los najerinos destacan la implicación de Lucas Uranga fue la cabalgata de los Reyes Magos donde, junto a Benito Morras, «siempre estaba pendiente de cuidar de todos».

En 1986, pasó a ser el director de la Coral Najerense, convirtiéndose en su alma mater hasta 2017, cuando la orden de los franciscanos tuvo que abandonar el monasterio najerino. «El coro era su pasión, solía decir: 'A mí el coro que no me lo quiten, me da vida estar aquí'» cuentan desde la coral.

También sus misas son recordadas con especial ternura. Unas misas muy particulares «en las que él se bajaba del altar y preguntaba a la gente. Algunos pensaban: 'no quiero ponerme en las primeras filas, que viene el padre Lucas y me pregunta algo que no sé'», hace memoria entre risas una najerina.

Seguro que estas y otras anécdotas vendrán hoy a la mente de muchos cuando se dé ese último adiós al padre Lucas, una persona «que caló hondo» en Nájera.

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