Munilla, la Meca de los ratones

Con 22 años en los paladares, la feria de la villa del Alto Cidacos ha vuelto a demostrar este fin de semana que está plenamente consolidada entre un público que llega de provincias limítrofes como Navarra o el País Vasco pero también desde más lejanas, como Madrid. Una edición más, se acercaron en busca de quesos especiales, elaborados con la exquisitez de lo artesano y como consecuencia con pequeñas producciones que los hace difíciles de encontrar en un supermercado.

El atractivo de su reunión en un mismo lugar se unió en la tarde de este sábado y en la mañana y mediodía de este domingo a una temperatura primaveral, que hizo que las primeras jornadas con el frontón ya cubierto con su manta de madera fuese para protegerse del sol.

Tras la buena acogida registrada en la tarde y noche del sábado, la gran afluencia continuó a mediodía de este domingo sobrepasando todas las expectativas. De hecho, la entrada y salida a la villa vivió varios momentos de atasco impropios de una villa de 60 habitantes, que vio cómo a su falta de aparcamientoss multiplicaba casi por cien su población este fin de semana.

Ante ellos, los puestos de veinte queserías, dos más que el año pasado. Cuidando la variedad en las propuestas, el público pudo saborear y comprar quesos de oveja, cabra y vaca de distintas denominaciones y procedencias: como el Artesano de Aragón; el Cabrales de Asturias; las cántabras Picón-Bejes-Tresviso, Queso de Nata y Queso Valluco; el Zamorano, el Castellano Artesano de Palencia, el Patamulo de Valladolid, el de Oveja de Soria y Queso Azul; de Castilla-La Mancha el de Cabra de Toledo; desde Extremadura, los de la Serena y Sierra de San Pedro-Los Baldíos; los navarros Roncal y Queso de Vaca; el vasco Idiazábal; y, por supuesto, de La Rioja, con la DOP Queso Camerano, Queso de Oveja y Queso de Cabra de las queserías Los Cameros, Quesos Celia con sus quesos suaves y cremosos de cabra, La Era Alta con los de leche de oveja pasterizada y el de cabra de la quesería El Alto Cidakos.