«La mujer está dando visibilidad a Ortigosa. A los pueblos les hace falta visión femenina»

– ¿Por qué cree que ninguna mujer antes había presidido la UTO?

– Creo que las mujeres, tradicionalmente, han participado en segundo plano. Incluso el acceso estaba restringido a las mujeres hasta que en los 70 una mujer (Teresa Sáez) entró y dijo que hasta que no la hicieran socia no se movía de allí. A partir de entonces la mujer empezó a participar más activamente en exposiciones, conciertos, el desfile de serranas... En la junta directiva sí que había mujeres pero siempre presidía un hombre. Quizá ninguna había dado el paso. La anterior junta ya quiso elegir a una mujer y fue ella quien dijo que no, así que no creo que en los últimos años hubiera discriminación.

– ¿Y por qué ha decidido usted presidirla ahora?

– Porque en la última reunión se planteó la disolución, la junta saliente llevaba cinco años prorrogados y estaba cansada. Nadie quería asumir el relevo y me pareció tan demencial que no me lo podía creer, así que me presenté y logramos renovar la junta.

– ¿A qué se dedica la entidad que, en su origen (siglo XIX), tenía por objeto «promocionar a los socios recreo con la lectura de periódicos y libros de buena moral»?

– Y estaba prohibido hablar de política y religión, para mantener la concordia. Como sociedad casi está como el puente, residual. Antes de la pandemia sí se compraba el periódico a diario, hay biblioteca, se organizaban conciertos, una paella en fiestas... actividades lúdico-recreativas, pero ahora hemos parado y lo único que queda es el bar, el único del pueblo.

– ¿Cuáles son sus objetivos como presidenta de la entidad?

– Mi objetivo es reactivarla, que continúe unos cuantos años más. Son tiempos difíciles porque muchas actividades culturales y deportivas no se pueden realizar por la pandemia, pero al menos que no cierre el bar. Ese no es el objetivo, pero contribuye a que no desaparezca el pueblo.

– La Plataforma Salvar el Puente la dirige una mujer (María Malo), la UTO ahora usted... ¿Cree que la mujer está cobrando protagonismo en el pueblo?

– Sí. Y en la cooperativa de paté El Robledillo dos mujeres (Noelia Martínez y María José Letona) están al pie del cañón desde los 80, en la farmacia (Aurora Orti) hay una mujer, en la tienda de ultramarinos (María Carmen San Pedro), la carnicería (Amaya Maza), la quesera (Alicia Fernández), la guía de las cuevas (Sara San Pedro)... La mujer está dando visibilidad a Ortigosa.

– Sin embargo, en el Ayuntamiento, solo hay una mujer (Antonia Sainz) de cinco concejales. ¿Le gustaría que hubiera una alcaldesa en Ortigosa?

– Sí. Lo deseo. A los pueblos les hace falta una visión femenina.