Un monumento vivo y cambiante

En la página web del Ayuntamiento de Autol se indica que el edificio consta de una nave con cuatro tramos, con cabecera ochavada y capillas entre los contrafuertes. Hasta media altura se levantó con piedra de sillar y continuó con ladrillo de estilo mudéjar.

Cita como elementos relevantes un coro alto con una sillería de trece asientos bajos y veintiún altos, con una caja de órgano del siglo XVIII; la sacristía y la sala capitular, de medidos del siglo XVII; la cajonería de nogal barroca del artista local José Tobar; un crucifijo de marfil hispano-filipino del XVII, un facistol rococó; así como el retablo mayor, las capillas del Rosario y del Santo Cristo, y la imagen de la Virgen de Yerga, románica, del siglo XIII. La talla procede del antiguo santuario cisterciense de Yerga.

La historiadora Ana Jesús Mateo expone que «el principal valor artístico lo constituye la cohesión del espacio interior renacentista con una decoración plenamente barroca!. Resalta además que debido a la peste de 1600, el cabildo catedralicio de Calahorra se trasladó temporalmente a Autol, motivo de la existencia de una sala capitular, no siempre presente en las parroquias.

Una de las partes más llamativas es la torre, levantada sobre otra construida a finales del siglo XVI. La actual consta de cuatro cuerpos desiguales y data del siglo XVII. Tenía en su zona más alta un chapitel piramidal de pizarra pero un rayo lo destruyó en 1889. En 1997 se instaló otro remate de acero inoxidable 'recordando la fisionomía de las torres barrocas de La Rioja Baja', para cuyos trabajos se utilizó un helicóptero, según se explica en la obra 'La Rioja Monumental' editada por Diario LA RIOJA y patrocinada por el Gobierno regional.