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En las entrañas de la peña de roca arenisca que custodia las espaldas de las localidades del Alto Cidacos se guardan en silencio varios de los tesoros rupestres de La Rioja, sus cuevas. Entre las que proliferan, una es especial, única: esculpe en ... su pared cuadrados milimétricamente cincelados con la exactitud de un tablero de ajedrez. Es la cueva del Ajedrezado de Santa Eulalia Somera.
«Es un tesoro que estaba escondido y que lo hemos puesto en valor para dinamizar con actividades culturales nuestro municipio, llegando también a nuestro barrio de Santa Eulalia Somera, que cuenta al otro lado del río también con los lagares rupestres», valora el alcalde Arnedillo, Pedro A. Montalvo, villa a la que pertenece este núcleo.
De la mano del Plan de Competitividad Turística 'La Senda Termal en la Reserva de la Biosfera', las cuevas se acondicionaron en el 2012 para hacerlas visitables con una inversión de 50.000 euros. En las últimas semanas, han vivido otra mejora en sus accesos: con una inversión de 28.667,13 euros, financiados al 70% por el proyecto Leader y el resto por el Ayuntamiento, se ha habilitado un segundo acceso para hacer más cómodo el tránsito entre ambas cuevas y, sobre todo, evitar su deterioro. Porque hasta ahora había que pasar de la primera cueva a la del Ajedrezado por una escalera de hierro y un orificio en la roca que se estaba desgastando.
Desde la nueva pasarela como segundo acceso, el Ayuntamiento ha solicitado al Leader la puesta en valor de otra cueva anexa a la del Ajedrezado y que sigue el mismo diseño. «Es muy pequeña, pero muy bonita», valora Montalvo. A la espera de esa segunda sala, el tesoro de la cueva del Ajedrezado abre al público todos los domingos de 11.30 a 13.30 horas.
Salvo el acondicionamiento de los accesos, quien cruza el umbral de la cueva del Ajedrezado se la encuentra con su estado original. Entre las diversas tipologías que tienen las del Cidacos (como cuevas-vivienda, otras como corral de animales o despensa de productos), todo apunta que la del Ajedrezado tenía un sentido espiritual y religioso, relacionado con el primer cristianismo que llegó a la península. Así lo apunta la inscripción tatuada 'Pax in D.'
«El por qué del ajedrezado es un misterio -describe Puy Hernáez, guía del Ayuntamiento arnedillense-. Es curioso que hay cientos de nichos en toda la pared a lo largo del valle del Cidacos, de todos los tamaños y formas, pero el ajedrezado aparece únicamente en las cuevas de Santa Eulalia Somera». De ese origen, algún experto señalaba que puede viajar a los siglos VIII o IX, pero Hernáez ve difícil concretarlo. Lo deja como un enigma más.
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