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León, Estrella y Sol son tres de los perros de guarda de Luis Ángel Altuzarra, el único pastor que tiene ovejas en Ezcaray. Mastines trabajadores como legionarios, poderosos como leones, de más de 60 kilos cada uno. El lunes de la semana pasada Luis ... Ángel acudió como cada mañana a soltar a su rebaño de ovejas del cercado de Monte Mayor, a casi 1.300 metros de altitud, y sus perros le recibieron ensangrentados, malheridos. Solo una cuarta, Laika, más mayor y que solo impone por presencia, no por actividad, estaba sana y salva, igual que Pantera, en celo, encerrada en el establo.
Por la noche tuvo que vivirse un enfrentamiento a dentelladas entre lobos y perros en los que salieron victoriosos León, Estrella y Sol. «Era para verlos, tenían mordidas en el cuello y la cabeza. Nunca antes me había encontrado a los perros mordidos. Llamé al veterinario para tratar a los animales y parece que ya van bien», explica el ganadero ezcarayense. «Yo creo que habría más de dos lobos porque los perros son muy grandes y si hubiera habido solo uno los perros lo habrían matado», advierte Altuzarra.
La primera vez que el depredador atacó a su rebaño fue el 17 de abril de 2021. Fue el primer ataque de lobo del que se tiene constancia en el valle del Oja en la época actual. El pasado mes de septiembre sufrió la baja de tres ovejas en una sucesión de días de lluvia y viento en los que varios animales se quedaron desperdigados, fuera del vallado y de la protección de los mastines. «Esto está muy jodido, cada vez peor. En Urdanta también acaban de matar a un ternero. En Ojacastro atacaron quince días después que a mí. Y aquí cerca, en Fresneda (Burgos), en el alto de Pradilla, también están atacando. El único que tiene ovejas en Ezcaray ya soy yo», expone Luis Ángel. «Este pasado fin de semana unos chavales fueron a cazar la becada en Posadas y dicen que un lobo salió a por sus perros», añade el ganadero.
Con situaciones como la actual, la presencia de perros de guarda junto al ganado resulta esencial y natural. «Para mí son una herramienta de trabajo, pero también suponen mucho gasto. Hay que darles de comer todos los días, y comen mucho, mínimo dos kilos de pienso al día», advierte Luis Ángel Altuzarra.
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