La 'Marcha de Hoyos de Iregua' se celebrará el 8 de octubre

La marcha ha sido presentada por el responsable de Área de Patrimonio e I+D de Fundación Caja Rioja, Francisco Burgos, por el director general de Medio Natural, Miguel Urbiola, por el alcalde de Villoslada, Julio Elías, y el coordinador de la marcha de Sherpa, Jesús Escarza.

Burgos ha recordado que la prueba organizada por Fundación Caja Rioja y cuenta con el apoyo técnico de la Sociedad de Montaña Sherpa, con la colaboración de Bankia, el Parque Natural 'Sierra de Cebollera' y los Ayuntamientos de Villoslada y Lumbreras, y el patrocinio de 'Radio Rioja Cadena SER', 'Repro Centro Digital', 'Peñaclara', Caramelos 'El Avión', 'Coca-Cola', Mudanzas 'Mayoral', Café 'Baqué' y 'Suzuki'.

Ha señalado que se trata de una actividad que combina naturaleza y deporte, dentro de un paraje "de gran riqueza medioambiental". Burgos ha avisado de que es "una prueba de senderismo, y no de trail", en relación a quiénes la quieran hacer corriendo, así como que los que lo hagan con perros "estos deben estar entrenados, ya que la organización no podrá asistirles".

Por su parte, Urbiola ha señalado que sigue siendo un "orgullo" el que se realice esta prueba, dentro de un "espacio tan emblemático" de La Rioja, mientras que Elías ha indicado que la época en la que se hace "la berrea está en pleno apogeo y las hojas están cambiando de color", de ahí que haya invitado a la participación de los riojanos.

A continuación, ha tomado la palabra Escarza quien ha hecho un somero repaso al recorrido, del que ha señalado que cuenta con 28,5 kilómetros, con una cota que va de los 1.050 metros, en Villoslada, hasta la cima más alta que será 'El Quemado de los Soldados', a 1.763 metros, con un desnivel acumulado de 1.200 metros. "Frondosas hayas, pinares, robledales o espacios abiertos, algunos dedicado al pasto, majadas o ríos", son algunos de las característica de la marcha.

Una ruta que parte frente al frontón de Villoslada, de la que tomamos una trocha que sube cortando a cuchillo este laderón que vierte al Iregua, en busca de un prime depósito de agua. La trocha dibuja unas revueltas y alcanza al poco un segundo depósito de agua. Junto a él pasa la pista de las Navillas pero la evitamos para seguir nuestro camino con una dirección dominante sureste, transitando por un extenso pinar. En el ascenso rozaremos o cortaremos la pista hasta llegar a las inmediaciones del Alto de los Picos.

Uno de los primeros hitos son la pista de 'Las Navillas'. En este punto nos valemos de la pista para avanzar por ella un trecho en ascenso. Cuando traza un codo a la izquierda, la dejamos para seguir al frente por una senda que atraviesa un manchón de hayedo y que termina saliendo al cortafuegos que transita por el cordal, junto a una pequeña desecada. El camino salva por la derecha este pequeño resalte y continúa hacia Peña Yerre por el cortafuegos durante un buen tramo. En un punto determinado, el camino se vence hacia la derecha, abandonando el cortafuegos y perdiendo altura para evitar el caos de grandes bloques de piedra que conforma la cumbre de Peña Yerre. Este faldeo nos permite alcanzar el collado entre Peña Yerre y Pico Lobos. En este lugar muere una pista que sube desde la pista de servicio de la presa de Pajares. Aquí encontramos un refugio de cazadores.

A 6,5 kilómetros se encuentra el refugio de cazadores 'Collado Yerre'. Una trocha sale por la derecha del cordal perdiendo altura, que luego va recuperando, para terminar por alcanzar una zona de pastizal en donde muere. Desde este lugar, nos valemos del contrafuerte que sube con notable pendiente hasta el cordal.

Poco más tarde, se sitúa el 'Quemado de los Soldados', que se trata de una cota gemela del Pico Lobos que podemos divisar un poco más al norte, nos permite una excelente visión del entorno. Al frente, en el sentido de la marcha, se levantan algunas cimas importantes de la Sierra Cebollera como el Aspa, Cueva Grande y Pico Verde. Recorremos el cordal que divide las aguas que bajan por la derecha al río Rameras y por la izquierda hacia el embalse de Pajares. Una pendiente un tanto acusada nos permite descender hasta llegar a un collado.

A continuación, el Collado de Sancho Leza, en el kilómetro diez, por el que se toma uno de los senderos balizados del Parque Sierra Cebollera, el nº5. De su mano, hacia la derecha, seguimos en dirección a Lomos de Orio. Tras un trecho de pista, el sendero la abandona por la izquierda para pasar sucesivamente pro las majadas de Ofilo (km12 / 1.630 m), Chichirri (km 13,5 / 1.672 m) y Achicharre (km 14 / 1.630 m). Al llegar a un poste-baliza de senderos (km. 15,5 / 1.553 m), doblamos a la izquierda para alcanzar poco después la ermita.

Posteriormente, se llega a la ermita de Lomos de Orios, en la que salvamos la escalinata y nos encauzamos por el barranquillo inmediato, por el cual discurre otro de los senderos balizados y que baja buscando el río Ra. Cruzamos el puente y descendemos por la pista que transita junto al río. Poco después, salimos por la izquierda para coger una trocha que remonta la ladera y sale enseguida al cortafuegos de Calahornos (km 18 / 1320 m), lo cruza y sigue camino entre pinos y hayas. Este tramo aparece señalizado por viejas marcas de GR.

La trocha corta algunas desecadas y un arroyo, para ir perdiendo condición cuando acomete una zona de mayor desnivel. Salimos al cortafuegos del cerro de la Sartén, junto a la pista de Hoyos de Iregua. Giramos a la derecha para alcanzar enseguida el resalte rocoso de esta cota. Después el 'Cerro de la Sartén', por el que siguiendo el cortafuegos que discurre por aquí, descendemos con importante desnivel hasta el lugar conocido como La Blanca.

Desde aquí, unos metros más abajo del punto en el que convergen los ríos Iregua y Ra, encontramos un puente de maderos que nos permite salvar las aguas para caminar por la margen derecha. Llegamos al Achichuelo. Manteniendo el mismo lado del río, retomamos las marcas de uno de los senderos balizados del Parque para llegar a continuación al puente de las Rameras. Desde aquí, abandonamos las marchas del sendero y continuamos la marcha para pasar al poco junto a una granja ganadera. El camino remonta levemente y enlaza de nuevo con el sendero balizado y por él entramos en Villoslada.