Mar Aísa y Mónica Sanguinetti son dos autoras que aunque han nacido en Zaragoza y Argentina respectivamente, están ligadas a La Rioja. Cada una de una manera distinta pero ambas comparten un cariño especial por la región. Por ello, acudieron ayer a San Asensio con ... el programa 'Aprender leyendo' donde hablaron sobre sus últimas publicaciones en el mundo de la literatura y contaron sus experiencias escribiendo y publicando.
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Mar Aísa llegó a Logroño en el año 1995 y desde entonces trabaja de profesora de Geografía e Historia y Literatura.
El año pasado publicó su tercera novela, 'La ciudad esmerilada', ambientada en la capital riojana con el subinspector Diego Cárdenas y su hermana Lucía como personajes principales. «Logroño es el epicentro pero me gusta mucho mover a los personajes. Entonces esta tercera parte está también ambientada en Galicia, Navarrete y siempre me gusta meter Zaragoza, al ser mi ciudad natal, en algún capítulo», explicó la escritora.
«Es una manera también de dar a conocer La Rioja tanto para los propios riojanos como para los de fuera, mucha gente cuando lo lee quiere venir aquí», añadió ayer.
Estos encuentros con escritores, como explicó Mar Aísa, son unos espacios en los que «suscitar el gusto a la lectura y apreciarla. Nosotras hablamos de nuestras novelas pero gracias al público y sus preguntas se puede descubrir mucho más de la literatura, cómo surgen las ideas, cómo se desarrollan, entre otros. En mi caso es una novela policíaca pero sobre todo es una novela de personajes», afirmó.
Mónica Sanguinetti vive a caballo entre Zaragoza, Santo Domingo de la Calzada y Argentina y presentó ayer su primera novela en solitario 'Ahora que todos están muertos'. En ella trata sobre el papel de la mujer en la inmigración a América Latina. «Eran mujeres muy empoderadas, marcaron definitivamente la idiosincrasia de la mujer latina», comentó sobre los personajes que aparecen en sus páginas.
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En el programa de ayer en San Asensio, Mónica Sanguinetti recalcó la importancia de la constancia del escritor así como de la lectura. «Un escritor no puede serlo si no es primero un buen lector», aseguró.
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