María Yanguas | Queleña cogida en el encierro de Arguedas
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María Yanguas | Queleña cogida en el encierro de Arguedas
«Llevo magulladuras por todo el cuerpo, si no llega a ser por Javier...»María Yanguas Pascual acudió el domingo por primera vez al encierro El Estrecho de la localidad navarra de Arguedas. Una de las vacas saltó la barrera y cogió a la joven de 17 años, natural del Quel. Reside en esta localidad y en Calahorra, ... donde cursa peluquería y estética en el centro de formación profesional de La Planilla y también trabaja en un bar, el Café Central (centro comercial ARCCA).
– ¿Qué ocurrió?
– Estaba en un recinto, como en un cuadrado, rodeado por maderos y el monte. Una vaca intentó subir por el campo para entrar. Luego saltó el vallado y no pudo superarlo. Estaba con mi prima, también de Quel, nos asustamos y nos quedamos en una esquina esperando a que terminase el encierro. No se podía salir porque había más vacas en el recorrido. La misma que lo había intentando antes volvió rápida, cogió impulso y saltó dentro.
– ¿Sois aficionadas a los encierros de reses bravas?
– Nos gustan y siempre que podemos vamos a ver los encierros mi prima y yo. Allí fuimos con unos amigos de Tudelilla. De pequeña iba con mi padre y ahora con él y con amigos.
– Afortunadamente, un joven se arriesgó para agarrar a la vaca y pudo escapar, ¿no?
– Javier Martínez, de Falces, que tiene 18 años. Estaba en el mismo lugar, sentado en la parte de arriba de las maderas. La vaca casi le da con el cuerno al saltar, intentó pararla con la mano y no pudo. Nada más caer dentro vino hacia mí. Todos comenzaron a salir y a mí no me dio tiempo, tenía la mitad del cuerpo dentro y la mitad fuera entre los maderos. Me dio con el cuerno y me embistió hasta que Javier la cogió. Llevo magulladuras por todo el cuerpo. Por suerte no me corneó. Si no llega a ser por él, dos segundos más... no quiero imaginarlo.
– ¿Estaba consciente?
– De ese rato no me acuerdo. Notaba los golpes, pero no me dolían. En un momento paró, me giré, estiré una pierna y me sacó un recortador de Quel. Vi a Javier encima de la vaca y dentro no quedaba nadie. Luego tuvieron que retirar los maderos para que pudiese salir la vaca que era grande y tenía los cuernos enormes.
– ¿Qué pasó después?
– Me había roto el pantalón, la camisa... Vinieron unos chicos y me taparon con un capote, me cogieron entre todos para llevarme a la ambulancia. Allí me curaron y después me trasladaron al hospital Reina Sofía de Tudela donde siguieron con las curas y las pruebas (radiografías y demás).
–¿Le han dado los resultados de las pruebas médicas?
– Tengo la muñeca derecha muy hinchada, pero las pruebas no muestran nada grave. Aunque seguirán mirando por si acaso.
– ¿Su padre ha estado con Javier para agradecerle su acción?
– Sí, el lunes estuvo con él. Fue a conocerle y a darle las gracias.
– ¿Se le han quitado las ganas de acudir a los encierros?
– Buff, no. En cuando me cure...
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