Moncalvillo

Una llave de la Hermedaña para Nájera

Perdida en las faldas del Moncalvillo, a pies del sendero La Regadera, se encuentra la ermita de la Virgen de la Hermedaña. Cuenta la leyenda que un pastor encontró allí, en un acebo, una pequeña imagen de la Virgen, la que hoy se custodia en la ermita de la Virgen del Roble de Sorzano. Siglos atrás allí se juntaban los pueblos del Moncalvillo para proceder al reparto de la leña, de la Edad Media a, aproximadamente, el siglo XVIII. En 2003 la asociación Panal de Nalda, junto a gente de Sorzano y los arqueólogos Pedro García Ruiz y Pilar Pascual, recuperaron las ruinas mediante un campo de trabajo.

«Una vez desbrozada y consolidadas las ruinas, decidimos hacer un grupo y volver a convocar la romería. Ha habido un paréntesis por la pandemia y el riesgo de incendio, así que estamos muy contentos de haberlo podido hacer», explica Andreas Oestreicher, miembro de Panal. Un centenar de personas de pueblos como Sotés, Hornos, Sorzano, Nalda, Viguera, Entrena, Nájera, Medrano, Sojuela, etc, se concentraron en la Hermedaña para cumplir con este recuperado rito.

«Es un paraje natural impresionante y bajo la ermita hay una fuente en la que desde el día anterior se deja enfriando zurracapote de vino blanco que hacen en Sorzano. Los de Nalda repartimos lazos de hojaldre», describe Andreas Oestreicher.

Cada año se otorga la simbólica llave de la Hermedaña, obra del naldense Ricardo Ruiz, a un municipio, asociación o entidad. «Cuando antaño Sorzano se independizó de Nalda, se consideró que ya no tenían derecho a subir a la Hermedaña, aunque lograron conseguirlo. Por eso ahora pasamos la llave como tradición, simbolizando la unión», explica Oestreicher. «Buscamos ayuntamientos o asociaciones que se implican en el patrimonio porque nos parece importante», señala Oestreicher. Y la elegida este año es la Asociación de Amigos de la Historia Najerillense porque cumple 50 años.

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