Lardero intenta resucitar la abandonada zona comercial del barrio Entre Ríos

Desde la anterior legislatura el equipo de Gobierno de Lardero (PP) trabaja en desatascar la situación urbanística de la zona, sumida en una encrucijada administrativa y judicial. Iberdrola, que debía construir una subestación eléctrica para abastecer la zona, demandó a los propietarios por no disponer de terreno y aquello destapó problemas con la titularidad, con propiedades mal registradas. El nuevo y definitivo paso que ha dado el Ayuntamiento ha sido firmar un convenio de gestión con los propietarios (Inversiones Río Oja y Garraposa) para rehabilitar la zona comercial, recepcionarla, encargarse de su mantenimiento y, así, poder vender las parcelas. Y es que, según reconoce la alcaldesa de Lardero, Isabel Barceló, «varios supermercados han preguntado por diversas zonas, y aunque no hay nada concreto, para poder instalarse allí lo primero es urbanizar la zona».

«A iniciativa de los dueños de los terrenos, como los trámites en el Ayuntamiento son tan lentos, ellos mismos se van a encargar de arreglar las aceras, el firme, las farolas y adecuar las zonas ajardinadas para hacer el lugar más atractivo de cara a los comercios que deseen establecerse», explica Isabel Barceló.

Aunque ya no se espera un gran centro comercial, sí se ve viable que se puedan instalar grandes superficies, como hipermercados. Los aparcamientos ya están habilitados y son amplios, pero los accesos rodados y peatonales, ahora mismo, son un peligro. La calzada esta levantada como si hubiera sufrido un terremoto, las farolas están destruidas, blanco de pedradas, y las aceras agujereadas por la falta de las sustraídas tapas de las alcantarillas.

Ahora mismo el convenio está en exposición pública y los propietarios de los terrenos tendrán cuatro meses de plazo de ejecución desde la firma, que se espera que se realice a principios de febrero. «Nosotros no podemos arreglar la zona porque no está acabada, se quedaron cosas sin terminar y otras se han deteriorado. Ahora a los dueños les corre prisa y la verdad es que cuando se instala una empresa atrae a otras», reconoce la alcaldesa.

La zona cuenta con cuatro parcelas, una de ellas municipal. La apertura de la salida a la N-111 y el próximo enlace con la Ronda Sur también vuelve a hacer atractiva el área. «Que abran comercios allí, en principio, siempre es algo positivo, dará más vida al barrio, más alternativas y puede ayudar a obligar a que el Ayuntamiento mantenga la zona en mejores condiciones», expone Abel Hernando, portavoz de la asociación de vecinos Entre Ríos. No obstante, son conscientes de que «el Ayuntamiento va a usar el fondo de compensación para adecentar la zona, colocar cableado nuevo de luminarias... Suponemos que porque habrá interés en vender una parcela de la que dispone y, por parte de empresarios, en poner algún tipo de negocio, pero no solo esa parte del T1 necesita arreglos y reparaciones, hay muchas calles en mal estado».