Lamento por un cajero

La despoblación del mundo rural es una constante desde hace décadas. Los partidos políticos en campaña lo tienen en cuenta y el reto demográfico, las diferencias del ámbito rural y el urbano, el mantenimiento de servicios en núcleos de escasa población, se ha convertido en el gran problema del siglo XXI, arrastrado del siglo XX, cuando no se hizo nada por buscar soluciones y paliar el éxodo de los pueblos a las ciudades.

Ahora Galilea se queda sin cajero automático. Lo que en una urbe puede parecer algo insustancial, (si no hay aquí me voy unas calles más allá), en este pueblo del valle de Ocón supone un drama, porque es el único que había y además lo utilizaban otros habitantes del valle en cuyos municipios tampoco hay cajero.

Un servicio menos que implica tener que trasladarse a otro lugar (a lo que se añade la falta de transporte de viajeros) o esperar a que llegue la oficina bancaria móvil el día que toque.

Desde Bankia comentan que «el banco pone en valor que una vez a la semana un ofibus, la oficina móvil de Bankia, da un servicio mayor que el del cajero en el municipio a los clientes y no clientes. En los ofibuses se pueden realizar la práctica totalidad de las operaciones que se realizan en las oficinas habituales».

La alcaldesa de la localidad, Nuria López, lo refleja en esta carta abierta:

Esta carta, escrito o protesta, la remitimos desde Galilea, un municipio de 350 habitantes. Nos ha pasado a nosotros, pero que nos pasen estas cosas es algo habitual entre los pequeños municipios. Soy la alcaldesa de Galilea, Nuria, y esto es un resumen de lo que todos nuestros vecinos piensan, y lo que, casi con toda seguridad piensan en muchos de los pequeños pueblos de nuestracomunidad.

El pasado 6 de noviembre llegó a nuestro municipio una furgoneta al local donde estaba instalada una oficina de Bankia, oficina que ya no prestaba servicio como tal. Ya que hace unos años, decidieron que no era rentable, y poco a poco han ido quitando al personal que allí trabajaba, dejándonos tan sólo con un servicio de Ofibus que viene 3 jueves al mes, durante una hora. Si necesitas hacer cualquier otra gestión debes acercarte a Ausejo, que es de la oficina que dependemos, a Murillo o a Logroño. Lo que sí mantenía dicha oficina era un cajero automático, que para hacer muchas gestiones nos venía de maravilla y por supuesto para lo que todo el mundo lo utiliza, qu es sacar dinero para los gastos del día a día.

Pues bien, lo que en principio parecía que era algún tipo de arreglo de dicha oficina, terminó siendo que desmantelan el local y, lo que es peor, nos quitan el cajero automático. Este cajero es el único que había instalado en toda la zona, o sea, que daba servicio a nuestros pueblos vecinos, así como a toda la zona del Valle Ocón; vamos, que era un cajero utilizado por muchos municipios, o lo que es lo mismo, utilizado por muchas personas. Ante tal situación, decido ponerme en contacto con Bankia; allí me dicen que sí, que lo saben desde hace un par de días pero que les han dicho que no nos informen de que lo iban a retirar. Al parecer no era rentable económicamente, pero tampoco les pareció rentable hablar con el Ayuntamiento y ver opciones, antes de quitar un servicio para nosotros tan importante.

Y ahora viene la gran pregunta, ¿hasta cuándo la propaganda electoralista con el medio rural? Sí, sí, esa que todos los partidos políticos utilizan, y se cansan de vender, «vamos a luchar contra la despoblación del medio rural », «ayudas al medio rural, para que la gente se quede a vivir en los pueblos», y un largo etcétera de frases y frasecitas, pero que por desgracia, sólo se quedan en eso, frases hechas. Porque los que vivimos en nuestros pueblos vemos como cada día nos quitan servicios, tenemos que luchar contra situaciones que desde luego en una ciudad ó en un municipio «grande» no se darían.

¿Alguien me puede explicar cómo le decimos a un vecino de 80 años, que para sacar dinero tiene que esperar a que venga el Ofibus, si es que le toca venir ese jueves, o que sino tiene que desplazarse? Pero entonces aquí viene el siguiente problema, este señor no conduce y no tiene ningún familiar que le pueda acercar a Ausejo. Pero es que para bajar a Logroño o a Murillo tampoco tenemos un servicio de autobús, entonces ¿como lo hace? En principio algo que cualquier ciudadano de Logroño puede hacer sin problema, ir a sacar dinero de un cajero para hacer la compra del día o tomarse algo con los amigos, si vives en un pueblo «pequeño», se convierte en un problema importante. Pero claro, este problema no se lo encuentra ningún político desde el asiento de su despacho, ni por supuesto, ninguna entidad bancaria desde su montón de millones de beneficios.

Así, que me gustaría ver si alguien puede hacer algo para resolver este problema, y que a quien sea que le corresponda de una vez por todas de verdad decidan poner solución a este y otros problemas. No pedimos gran cosa, ni tampoco grandes ayudas, sólo tener unos servicios mínimos, o por lo menos que los pocos que tenemos no nos los quiten.

Muchas veces nos llaman a los alcaldes para distintas reuniones y preguntarnos qué necesidades tenemos, y las decimos por activa y por pasiva. Ahora, lo ideal sería que nos diesen las soluciones, pero no sólo en un papel sino que se lleven a cabo y sean efectivas, será entonces cuando nos creamos que van a tomar medidas contra la despoblación, mientras tanto todo es papel mojado.

Les voy a proponer una cosa a todos los políticos que tengan que tomar decisiones para nuestros municipios: alquilen una casita en un pueblo de 300 habitantes, no digo de menos para que no se aburran, porque si tiene menos habitantes igual no hay ni bar, ni una tienda donde comprar el pan. Y vivan allí sin coche durante 3 meses, así verán los problemas reales, a ver cómo bajan sus hijos al colegio a partir de los 16 años, a ver cómo se conectan a internet para cualquier gestión o simplemente para trabajar, a ver cómo van al médico, a ver cómo un fin de semana se desplaza su hijo y sus amigos a pasar la tarde en el cine, a ver cómo resuelven los problemas del día día sin servicios que a priori deberíamos tener.

Bueno pues aquí nos quedamos esperando a ver si alguien hace algo y nos vuelven a instalar el cajero automático y que nuestros vecinos vean que de verdad se les escucha.

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