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«Es un sinsentido». Seria y preocupada, así se mostraba la alcaldesa de Labastida, Laura Pérez, al analizar el proyecto que la compañía de renovables Forestalia planea llevar a cabo en las inmediaciones del municipio de Rioja Alavesa. Un plan que arranca en Aragón, donde ... se construirán dos parques solares, y se extenderá una larga línea de alta tensión hasta la subestación eléctrica de Júndiz (Álava), donde la empresa tiene permiso de enganche, y que ha contado con un apabullante rechazo. Pero antes de llegar a Álava, la línea discurriría también por todo el territorio de La Rioja, desde Alfaro a Briñas, tal y como Diario LA RIOJA informó días atrás.
Uno de los primeros en alzar la voz en contra de la red que atravesaría unos 200 kilómetros del territorio nacional fue el diputado general de Álava, Ramiro González: «Lo más lógico y respetuoso con el medio ambiente es ubicar los parques lo más cerca posible de los puntos de enganche de red», aseguraba en declaraciones recogidas por El Correo.
En el caso concreto de Labastida, la empresa de energía plantea instalar un total de 20 torres de alta tensión, de entre 45 y 70 metros de altura, de las 30 que habrá en todo el territorio alavés. Por ello, la localidad de Rioja Alavesa será un punto clave de ese extenso 'alambrado' del que aún no se conocen todos los detalles. De momento, y según relata la alcaldesa del municipio, los vecinos y viticultores de la zona sienten un enorme «estupor» ante la posibilidad que este proyecto pueda finalmente llevarse a cabo.
Y es que, Labastida descansa sobre kilómetros de unos viñedos que «sí o sí se verían afectados con este plan». Algo que «no podemos consentir ya que los viñedos son la base fundamental de nuestra economía, nuestra forma de vida, al igual que lo es el turismo», afirma con preocupación la regidora jeltzale.
En la misma línea, el Grupo Popular de la localidad riojano alavesa ha mostrado su total disconformidad ante el proyecto de Forestalia con una moción de rechazo presentada en Pleno. En la misma, los populares destacan que «instalar en nuestro municipio una cruzada de torres de alta tensión supondría un perjuicio sin precedentes en nuestro pueblo y sus agricultores», así como «un daño irreparable para el viñedo y el paisaje bastidarra».
La idea, desde el Consistorio de Labastida, es poder revocar este proyecto atendiendo a las consecuencias paisajísticas y medioambientales que la red de alta tensión podrían ocasionar en el municipio y sus habitantes. Así, y tal y como asegura Laura Pérez, «vamos a ir preparando un informe sobre el impacto que este proyecto pueda acarrear en nuestra localidad. De momento, es lo único que podemos hacer para parar el proyecto y además contamos con un plazo para llevarlo a cabo».
Para la realización de este documento, la alcaldesa ha solicitado una mayor información a la Diputación Foral de Álava, que tiene competencias en el ámbito medioambiental, para «presentar unas alegaciones con la mayor exquisitez y la mayor concreción posible especificando todos los problemas tanto económicos, sociales, medioambientales y paisajísticos que puede provocar esta instalación de las 20 torres de alta tensión».
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