Santa Catalina continúa sorprendiendo

Cada vez que se retoman las excavaciones del entorno de la ermita de Santa Catalina, en Mansilla de la Sierra, se constata la importancia que tuvo que tener esta población en la Edad Media y principios de la Edad Moderna. Cómo, si no, pudieron levantar una iglesia de las dimensiones y la factura de la que se está descubriendo bajo la capa vegetal alrededor de lo que hoy es un pequeño templo y que se corresponde con «la cabecera de la nave central de la antigua iglesia», según explica el arqueólogo alfareño José Manuel Martínez Torrecilla.

Él y su equipo han llevado a cabo una nueva campaña excavatoria este año, en la que se ha intervenido «en la mitad que nos quedaba de la iglesia. Cuando excavamos los años pasados se veía que la iglesia iba a tener tres ábsides, lo que se ha confirmado». Pero además de confirmar eso, han descubierto que «tiene una fase de una anterior iglesia con tres naves a la que se añade una zona porticada con una torre que se extiende por la parte oeste de la iglesia. A partir de construirse esa zona de pórtico, después se cambia todo el resto de la iglesia, se derriba esa iglesia y se construye otra de la que la cabecera es la actual ermita», relata.

Además, han excavado la nave central y la que va hacia el norte «y hemos visto que, aprovechando la iglesia anterior, se construyeron unas columnas muy potentes separando la nave central de las laterales, rodeadas con pavimento circular, con una especie de banco alrededor de las columnas».

La actual campaña ha sido extremadamente fructífera, ya que les ha permitido descubrir «otra torre al norte de la iglesia y en su exterior, pero comunicada con una puerta, y hay otra puerta en el ábside norte que comunica con una zona de necrópolis». En ese sentido, han excavado algunos enterramientos de la misma y otros en el interior de la iglesia. Según indica el arqueólogo, «hay varios que pertenecen al último momento de uso de la iglesia, que lo estuvo hasta que se construyó la de Santa María en el pueblo viejo que ahora está bajo el agua, siglo XV o XVI».

Pero no son los únicos, ya que hay otros «correspondientes a la primera iglesia, uno infantil a los pies de esa iglesia, muy bien construido, con una caja de piedra y que sería del siglo XII», que es la fecha de la iglesia a la que corresponde la actual ermita.

En suma, «hemos podido identificar todos los elementos que nos permiten configurar cómo era esa iglesia, con las claves, la torres hacia el norte, esas puertas que comunicaban con la misma y con el cementerio, y hemos visto que tenemos otros edificios adosados al norte, quizás no pertenecientes a la iglesia pero sí relacionados con ella», señala Martínez, quien asegura que lo hallado «nos permite ver cómo van evolucionando las construcciones románicas en la zona», poniendo de manifiesto que la Demanda «es una zona de románico muy importante, tanto en La Rioja como en Burgos, es un núcleo románico muy importante».

Para los mansillanos y habitantes de las Siete Villas, los hallazgos pueden llegar a tener una importancia que, más allá de lo que aporten sobre la propia historia del lugar, en el futuro puede tener un valor añadido como atractivo turístico.

Los planes pasan porque, una vez se acaben las excavaciones, se puedan proteger convenientemente y equipar con los oportunos paneles informativos para que la gente acuda a contemplar y comprender el resultado de los trabajos.

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