23 usuarios del camping de Navarrete pasan la noche en el albergue tras la inundación

Otros, en cambio, no conformes con la medida, se alojaron por su cuenta en hoteles como el San Camilo de Navarrete. Fue el caso de un matrimonio de San Sebastián, asiduo al camping: «Llevamos viniendo aquí más de 30 años y hace 23 llovió más aún y no pasó nada, no se nos desalojó. Nosotros no tuvimos sensación de peligro, debería ser responsabilidad de cada uno poder quedarse. Pero lo que no veo normal es que a personas mayores se les ponga a dormir sobre una colchoneta», se quejaban.

Realmente el camping de Navarrete no se inundó, o solo lo hizo su parte más baja, así como los exteriores. Todas las viñas de alrededor estaban todavía este jueves anegadas y la carretera LR-137, a cuyo pie se asienta la instalación turística, se convirtió en un río. También después de la lluvia de primera hora de la tarde de este jueves . La Delegación del Gobierno en La Rioja informó del corte, de 17.30 a 19.40 horas, «debido a las inclemencias meteorológicas ocurridas en esa zona», por lo que la Guardia Civil informó y auxilió a los afectados, sin producirse aislamientos ni daños personales.

El problema, al parecer, es que las cunetas y acequias del río Daroca que rodean el camping están taponadas por la vegetación, no corre el agua como debería, se desbordan e inundan la carretera, haciéndola intransitable, y sus alrededores. La dirección del Camping de Navarrete, que rehusó hacer declaraciones y no permitió la entrada al recinto de los medios de comunicación, recordó que no es el primer año que esto sucede. En julio de 2018 fue peor, fueron trasladadas cien personas al polideportivo.

En la mañana de este jueves había maquinaria trabajando en el camping, ensanchando zanjas y canales. Un camión autobomba de la Dirección General de Biodiversidad succionó agua y lodos. Y también acudieron allí los técnicos del Servicio de Carreteras, así como el consejero de Sostenibilidad y Transición Ecológica, Álex Dorado, y el director general de Infraestructuras, Vicente Urquía. Poco después se emitía una nota de prensa anunciando «labores de limpieza de cunetas, el acondicionamiento de las redes de recogida de aguas pluviales y la mejora de la conexión de la cuneta próxima al camping con el río Daroca», que también será despejado, en Navarrete. Trabajos similares se realizarán en Ollauri «para desatascar la conexión entre una acequia y la obra de fábrica, que contribuirá a mejorar la canalización de agua y evitará el desbordamiento en la zona».

Pese a toda esta situación, Mayte, Ione y Palmi, una vez habían regresado al camping tras pasar la noche en el albergue, salieron a dar un paso por el pueblo. Ellas tres, de San Sebastián, recordaban que el día anterior «estaba previsto que iba a llover, igual que el lunes, y estuvimos esperando hasta que pasadas las 23 horas nos desalojaron». Y a ellas les pareció bien, «por precaución». Es más, Mayte solo tenía palabras de agradecimiento: «El pueblo se ha portado de maravilla, igual que hace tres años. Nos han traído mantas, nos ofrecieron agua y café... Hasta yo llevaba conmigo a una mascota y no hubo ningún problema, así que muy bien».

«Había que desalojar, no podíamos quedarnos aquí y que pudiera pasar algo. De noche da más miedo, aunque a nosotras, que estamos cada una en su caravana, no nos ha pasado nada ni nos ha entrado agua», añadió Ione.