La intervención de Ceniceros paraliza el cierre de la gasolinera de Cameros

Así lo confirmó ayer el Ejecutivo regional, que informó de que había sido el propio José Ignacio Ceniceros (natural del vecino municipio de Villoslada) quien había mantenido contactos con el director ejecutivo de Movilidad de Repsol, Miguel Apoita, para evitar el cese de actividad de este surtidor situado al pie de la N-111, que comunica Logroño con Soria. «La compañía es consciente de las necesidades de esta zona de sierra, que une dos comunidades autónomas», señaló el Gobierno riojano.

La vuelta atrás en la clausura del punto de suministro se produjo del mismo modo en que se comunicó el cierre. Si anteayer la colocación de una nota en el surtidor avisaba del cese de actividad a partir del próximo día 31, a mediodía de ayer desaparecía esta misma nota.

«Cada servicio cuenta y, por ello, mantener la actividad de la gasolinera de Villanueva de Cameros es importante para la calidad de vida de los vecinos de la zona», sostuvo el jefe del Ejecutivo regional.

El trabajador que atiende este punto de suministro (que actualmente abre de lunes a viernes entre las 9 y 14 horas y de 16 a 19 horas) mantendrá su empleo en la localidad.

El anuncio del cierre de la gasolinera de Villanueva desató desde anteayer una ola de indignación entre los cameranos. Fueron muchos los que a través de WhatsApp o en redes sociales compartieron imágenes con el lema 'Si cierran la gasolinera, cerramos la carretera', impulsado por la plataforma SOS Cameros. Este colectivo de lucha contra la despoblación preparaba incluso movilizaciones contra la clausura.

Y es que la desaparición de la gasolinera hubiera supuesto la pérdida de un servicio «fundamental» en el área y otro golpe más para esta comarca con una imparable sangría demográfica desde hace décadas. De haber prosperado, los habitantes del Camero Nuevo hubieran tenido que dirigirse a Nalda o a Sepúlveda de la Sierra-Almarza (Soria) para encontrar la estación de servicio más cercana donde repostar. Ambas localidades distan unos 30 kilómetros de Villanueva.

«A los que nos hemos quedado a vivir aquí nos hubiera fastidiado un montón tener que desplazarnos tanto para echar gasolina», aseguró Noelia Martínez. En su caso, reside en Ortigosa y el acudir a un punto cercano como Villanueva para reponer combustible, como hizo ayer por la mañana, resulta esencial ya que «trabajo en servicio a domicilio por la zona y necesito el coche para todo».

El trastorno hubiera sido notable, dado que la población del Camero Nuevo está muy envejecida y muchos de sus habitantes se dedican a la ganadería. «Si se presenta un periodo con nieve o hielo y cortan la carretera, no podríamos ir ni a Nalda ni a Soria y necesitamos gasóleo para los tractores y los todoterrenos con los que alimentar a los animales; además de para la calefacción», expuso Pilar Casal, desde Lumbreras.

El alcalde de Villanueva, José Manuel Barrón, recordaba que en el 2002 «también la quisieron cerrar» y el entonces mandatario Pedro Sanz lo evitó. Ayer trasladaba sus «gracias al presidente José Ignacio Ceniceros por las gestiones que ha realizado» para impedir la clausura de un servicio «de vital importancia» para su pueblo.